Cosas que hacemos por amor

Cap 23 Adios a las cenizas parte 2

Durante las comidas, la cubierta del barco se llenó más.

Gen había encontrado un lugar a la sombra, y aunque estaba demasiado ocupado para almorzar, vio a todos sentarse en el barco o junto al río para comer.

Se preguntó si Kohaku todavía estaría con Stanley y cómo les iría entre ellos. Ciertamente el piloto había apreciado los nuevos cigarrillos y por eso habría sido menos hostil hacia la chica.

Sin embargo, Stan nunca había sido hostil con ella; de hecho, parecía coquetear y usar su compañía para no extrañar a Xeno y su vida.

Las de Gen eran solo impresiones personales, pero fue gracias a sus propias impresiones que pudo sacar el lado más oculto de las personas.

De hecho, la mentalista esperaba que la presencia constante de Kohaku y su temperamento alerta pudieran empujar a Stanley a tener una buena impresión de ellos y apoyarlos en el momento adecuado.

Todos protegieron lo que amaban, incluso un hombre entrenado para matar como Stanley preservó a quien se preocupaba.

Si le hubieran mostrado que eran personas con buenas intenciones hacia ellos incluso hacia Xeno, la tregua habría estado más cerca.

Pero Stanley no pensaba como ellos. Era un hombre de acción en lugar de pensar en qué hacer. Kohaku se parecía a él en este aspecto y probablemente ver a alguien con una personalidad fuerte (Xeno también tenía una personalidad fuerte y Stanley está increíblemente apegado a él) lo habría llevado a mirar a la tripulación de una manera diferente.

Si no se había dado cuenta, era una trampa. En caso de que hubiera sospechado que Kohaku lo estaba engañando, habría tomado represalias a la primera oportunidad.

Gen no creía que Stanley pudiera traicionar a Xeno, pero como Xeno era importante para él, el piloto también ejerció una marcada influencia sobre el científico.

Si Stanley hubiera apoyado la tregua, Xeno habría sido más fácil de persuadir.

Gen tuvo que explotar todos los elementos que tenía a su favor y los que estaban en desventaja tuvieron que ser cambiados.

Era malo incluso pensar eso, pero los sentimientos eran la mejor arma para usar contra las personas que los sentían.

El error más común que se comete al interactuar con personas fue subestimar las emociones. Las emociones debían ser escuchadas, no ignoradas, tanto cuando se sentían como cuando uno solo estaba presenciando las de los demás.

Las emociones eran complejas y difíciles de leer, pero había una verdad absoluta: todas las personas con un corazón latiendo en el pecho las sentían ... aunque distorsionadas, filtradas en su forma de pensar y vivir, las emociones siempre estaban ahí.

Después del almuerzo, Gen hablaría con Ryuusui para dar un par de pasos a seguir en su plan y en los peores escenarios.

De hecho, un mentalista tan bueno como él no tenía que preparar solo un plan, sino también posibles alternativas a los problemas con los que podría haberse topado, cometiendo un solo error.

Miró hacia arriba y vio a Homura marchando rápido, probablemente yendo a la cocina o para ver cómo estaba Hyoga. Los dos eran inseparables (o al menos la chica lo hubiera querido).

"¡Homura-chan!" Gritó, levantando la mano para llamar su atención, pero ella lo ignoró.

La niña desapareció de su vista, probablemente corriendo más rápido.

Era una mejor opción intentar encontrar a Kohaku, sin entrar en la cabaña de Stan. Ni siquiera necesitaba bajarse, ya que muchos guerreros se hicieron cargo durante la pausa del almuerzo. Se levantó y caminó hacia la puerta para poder detener a alguien y preguntarle dónde estaba Kohaku o si podía volver con él.