Capítulo 24

400 41 19
                                    


Adrien

Veinte de octubre.

¿Por qué es importante este día? Porque es el cumpleaños de las gemelas Morgan, su cumpleaños número dieciocho, y por lo que me ha contado Hanna durante el viaje, muchos quieren formar parte de la familia Morgan, no solo por su dinero, sino por la posición social qué tienen.

La cual va en aumento luego de la exitosa entrevista de Hanna el miércoles junto a los ROMERS; la brillante carrera musical de Cass, de la cual se habla en todas las redes sociales; y la reciente entrada de Henry en las pasarelas para Calvin Klein.

Si alguna vez ha existido una familia influyente, no es nada comparada con Los Morgan, y es por eso qué durante este día, todo el que quiera puede proponerle matrimonio a las cumpleañeras.

Al llegar a la Mansión Morgan, todos los empleados estaban corriendo de lado a lado ordenando todo para la fiesta. Los guardias rodean la casa y en la sala principal, no avanzas ni cinco metros sin toparte con un hombre armado.

Derek me comenta que la seguridad elevada es porque al ser el cumpleaños número dieciocho, todos son bienvenidos, incluso Johan Vito, quien intentó asesinar a Hanna dos veces.

Alrededor de las siete y media, Hanna tira de mi brazo y me obliga a entrar con ella a la habitación. Me dice que la gente comenzara a llegar a las nueve, y debemos estar presentables para recibirlos.

Estoy por sentarme en la cama y dejar qué Hanna se duche primero, cuando ella tira de mi mano y me hace entrar con ella.

Rio quitándome la ropa y ella sonríe quitándose las bragas.

— ¿Ya no te gusta ducharte conmigo?

— Es mi actividad favorita en el baño desde que te conozco, pero cuando me ducho contigo, nunca es solo eso. — Sonrió divertido y ella ríe a carcajadas regulando el agua.

— ¡Vamos! Eso es lo que hace las duchas divertidas. — Los chorros comienzan a caer sobre nosotros y ella se gira mirándome, mientras tira su cabello hacía atrás.

Sonrió y tiro de su cintura besándola con calma. Hanna rodea mi torso y rio contra sus labios cuando sus manos aprietan mi culo.

Suspira dramáticamente contra mi boca y entreabro mis ojos.

»— Tengo que hacerte una confesión.

Asiento poniendo mi rostro serio acomodando mis manos a los lados de su cintura.

— Te escucho, cielo.

Vuelve a suspirar y aprieta mi culo reprimiendo una sonrisa.

— Adrien D. Volkov, me encanta tu culo duro y redondo.

— Gracias, me halaga que te guste, hago sentadillas todos los días solo para ti.

Hanna ríe y se pone en puntillas buscando mi boca.

Nos demoramos más de lo debido en la ducha, ya que como siempre, Hanna me masturba hasta qué me vengo mirándola a los ojos.

Que conste, no me estoy quejando.

Apenas salgo del baño, me visto y acomodo mi cabello frente al escritorio de Hanna. Vuelvo a mi maleta buscando mi perfume, me pongo solamente un poco en el cuello y al guardarlo, mi mano choca contra algo helado.

Abro la maleta y miro fijamente la pistola Glock de nueve milímetros.

Derryl me la había dado hace dos semanas, diciendo qué debía acostumbrarme a cargarla, ya que uno nunca sabía cuándo usarla. La eche a la maleta solo porque Tania dijo qué pasaría a mi departamento, y no quería que la viera.

Buscando el Paraiso (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora