—Nadia...
Andrés estaba a mi lado en el amplio sofá de su departamento mientras jugábamos videojuegos y Kellan preparaba unas pizzas con la salsa superespecial que él sabía hacer y de la cual se negaba a darme la receta.
—¿Qué? —respondí rápidamente porque estaba ganando y estaba segura de que el maldito quería distraerme.
—Quiero hablarte de algo importante. —Puso el juego en pausa, sin esperar mi respuesta.
—Carajo, ¿tenías que cagarme la partida? —dije con molestia, mientras el rostro de Andy era de preocupación. Dejé el joystick sobre la mesa y me coloqué en posición india frente a mi amigo—. ¿Qué pasa?
—¿Recuerdas a Hayden Phillips?
—Sí, el fotógrafo, exnovio de Kellan.
—Ese mismo.
—¿Y?
—Está encarcelado en Abu Dabi.
Mis ojos casi se salieron de sus órbitas.
—¿Y eso?
—Al parecer, Hayden tuvo una historia con un árabe y, bueno, está acusado de secuestro.
—¿Perdón? ¿A quién secuestró?
—Es un malentendido. —Andy era todo un lio intentando dar simpleza a una historia bastante complicada—. El árabe tiene una hermana, a la cual iban a obligar a casarse, así que Hayden la ayudó a escapar. El tipo se enteró e hizo que lo encarcelaran.
—Espera, ¿el árabe creyó eso? ¿El que salía con Hayden?
—Está cegado por el dolor y la rabia. Piensa que él tenía una historia con la chica, pero eso no es todo.
—Vaya... —Di un suspiro y negué con la cabeza—. ¿Y por qué me estás contando esto?
—Hayden no solo ayudó a la chica, sino también incentivó a uno de los hermanos de Karim Lahsen a seguir sus sueños a pesar de que eso implicaba darle la espalda a la familia.
—Qué lindo Hayden —ironicé—. ¿Y quién lo ayudará a él ahora que tiene la soga al cuello?
—Chris está en Abu Dabi. Trata de intervenir negociando con la embajada, con algunos contactos que allí tiene.
—Bien, pero todavía no entiendo qué tiene que ver con...
—¿Contigo? Bueno, estaba pensando, y sé que es un enorme favor el que voy a pedirte, pero...
—Andy, solo habla. —Estaba harta de los preámbulos.
—Zaid Lahsen es el chico del que estaba hablando. Yo quiero ayudar a Hayden y a él. Quiere ser médico. Su familia no lo ayudará y no tiene a nadie, así que pensé: ¿por qué no viene aquí? Puede estudiar y...
Salté como un resorte con esa declaración.
—¿Vas a traer a alguien para que viva con ustedes? ¿Un desconocido?
—No con nosotros, contigo. —La voz masculina de Kellan retumbó en el cuarto de estar mientras traía la pizza y algunas cervezas.
—Están locos.
—Lo sé —contestó el gigante, que se sentó a mi lado—, y no estás obligada a aceptar, pero solo serán unos meses, hasta que él se adapte a la ciudad. Él tiene dinero, no habrá problemas en que consiga un lugar donde vivir.
—Dijiste que su familia lo dejó solo. Es claro que no tiene un centavo.
—Cariño, Zaid viene programando esto hace mucho tiempo, solo necesitaba a alguien que le diera el impulso. Tiene ahorros. Confía en nosotros, solo serán unos meses. —Y esa mano poderosa tocó mi mejilla con calidez.
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Deber y deseo (+18) Romance hetero en español
Romance"...Es imposible negar lo que soy. Me gusta ser libre, sentir, gozar y, este hombre, despierta todas mis fantasías dormidas. Aquellas tan carnales y oscuras que sólo puedo albergar en mi mente. Se que es prohibido, es diferente a mí, al resto de lo...