12 | Besos y Más Besos

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🐿️ ♡ 🐻

— Maldito Jake. —Beomgyu murmuraba con enojo. — ¡Espero que no te moleste la abstinencia porque cuando le diga a Niki lo que hiciste es donde vivirás!

Taehyun observaba como Beomgyu le gritaba a la puerta.

— Gritar no hará que la puerta se abra.

Beomgyu volteó a verlo con fastidio.

— Tú cállate que es todo tu culpa.

— Siempre es mi culpa, ¿no?

— Gracias por decir lo evidente Sherlock. —Espetó el pelinegro con sarcasmo. — Si no fuera porque tu cerebro no funciona y no es capaz de encontrar una estúpida bolsa de detergente no estaríamos en esta situación. —Taehyun iba a objetar, pero Beomgyu no lo dejó. — Y tampoco hubiera pasado esto si tan solo una vez me dejaras en paz.

— Lo del refresco fue un plan para que nadie sospechara algo de lo ocurrido en la fiesta.

— ¡Nadie sospechaba nada, idiota! ¡Es sólo que a ti te encanta joderme!

— No, pero a ti te gustaría ser jodido por mí. —Taehyun le guiñó un ojo y Beomgyu hizo una mueca de asco.

— Si tan urgido estás, ¿por qué no te vas y te follas a una de tus muchas aventuras?

— ¿Celoso de no poder ser una de esas aventuras?

Beomgyu rió con ironía.

— ¿De ti? Nunca. Además, estar aquí me trae muy buenos recuerdos. —Taehyun lo miró confundido, Beomgyu sonrió con malicia. — ¿Qué no sabes que este es el lugar donde Yeonjun y yo solíamos divertirnos? —Hizo bastante énfasis al decir la última palabra.

¿Por qué había dicho eso? ¿Por qué había inventado algo así? ¿Para poner celoso a Taehyun?

El pelinegro no pudo responder a sus preguntas porque Taehyun lo arrinconó contra la pared, poniendo un brazo a cada lado del rostro de Beomgyu, para evitar que escapara. No es que hubiera a donde correr. El cuarto de limpieza era la habitación más pequeña que existía en el mundo. Además, Beomgyu no tenía intenciones de irse.

La mirada fija e inescrutable de Taehyun sobre él lo quemaba. El rostro del chico estaba a escasos milímetros del suyo. Beomgyu pudo haberlo empujado, pudo haberlo golpeado, pudo alejarse. Pero no lo hizo. Al contrario, se acercó y poseído por una extraña fuerza besó a Taehyun. Y como si éste estuviera esperándolo, envolvió a Beomgyu entre sus brazos. El beso era todo menos suave. Era áspero, rápido, necesitado. Con choque de dientes y lenguas pelando por el control. De vez en cuando se separaban para poder respirar y así seguir besándose.

Beomgyu no tenía idea de cuánto tiempo estuvieron así, y tampoco le importaba. Hasta que un toque en la puerta los interrumpió.

— ¿Cómo va todo ahí dentro? ¿Necesitan condones?

Era Jake. Los dos chicos ignoraron a su amigo y continuaron en su asunto. Aunque no fue por mucho ya que de repente la puerta fue abierta.

Beomgyu empujó a Taehyun y con la mano se cubrió la boca. El pelirrojo limpio la propia con el dorso de su brazo. Al ver a Jake asomar la cabeza, actuaron como si nada.

— Vaya, sí están vivos. Como no respondían creí que se habían asesinado.

Beomgyu recuperó la consciencia y al darse cuenta de lo que había ocurrido abandonó rápido la habitación.

Jake lo vio salir y regresó su vista a Taehyun.

— ¿Pasó algo?

Taehyun negó con un movimiento de cabeza mientras una sonrisa de felicidad era mostrada.

🐿️ ♡ 🐻

Esa no fue la última vez que se besaron. De hecho, lo hicieron todos los días que restaban de la semana. Se había vuelto una especie de hábito.

Cada vez, después de que discutían, se encontraban en el cuarto de limpieza y comenzaban con su sesión de besos.

Los besos que compartían eran voraces, húmedos, rudos. Se mordían los labios, Beomgyu jalaba de los cabellos de Taehyun, y éste sostenía al chico con tanta fuerza que sus manos quedaban marcadas en las caderas del pelinegro.

Se besaban para canalizar su enojo. O esa era la razón lógica que daba Beomgyu del porqué hacían lo que hacían.

Trataba de convencerse de eso hasta que en la segunda semana del castigo las peleas entre ellos eran tan repentinas y por causas muy estúpidas que básicamente parecían más un pretexto para poder besarse.

Y eso lo asustaba.

🐿️ ♡ 🐻

El último día del castigo había llegado y durante él, Taehyun y Beomgyu no discutieron en absoluto. Y eso fue debido al pelinegro. Taehyun todo el día buscó pelear con Beomgyu, pero él, con temor de sus sentimientos, no tenía ganas de ello.

Cuando terminaron de limpiar, Beomgyu estaba dispuesto a irse a su casa, pero el sonido de un piano lo hizo querer investigar. Fue a la sala de música y al entrar vio a Taehyun sentado al frente del imponente instrumento. Tenía los ojos cerrados mientras tocaba.

— No sabía que tocabas el piano.

Al escuchar la voz del mayor, Taehyun dejó de tocar y abrió los ojos. Sonriéndole.

— Hay muchas cosas de mí que no conoces.

Beomgyu caminó hacia Taehyun y se sentó junto a él.

— Continúa. Quiero escuchar más.

El pelirrojo obedeció y comenzó a tocar una melodía suave. Beomgyu se sumergió tanto en el sonido de las notas que de manera involuntaria cerró sus ojos y empezó a cantar.

I run to where the end is, in the mirror, there's a maze inside. Protect and control me, lock me up, even if it hurts, you can't fight anymore. The world, the world that kept me hidden. Please don't give up on me.

Taehyun paró y observó a Beomgyu con detenimiento.

— Wow, no sabía que cantabas.

Beomgyu regresó a la realidad, y se sonrojó al darse cuenta de lo que había hecho. Y la mirada de Taehyun puesta en él no ayudaba.

— No es nada.

— Tienes un tono de voz hermoso, igual que tú.

Beomgyu iba a negar la primera frase, pero al escuchar lo último, se puso aún más avergonzado.

— Taehyun...

Agarrando un poco de valentía, Beomgyu volteó a mirar al otro chico. Y sin que ninguno de los dos pudiera contenerse, juntaron sus labios, solo que, a diferencia de los anteriores, este beso fue suave. Tranquilo. Movían sus labios con lentitud, dándose tiempo para conocerse, para poder fluir.

— Esto no le va a gustar nada a Yeonjun... —Murmuraba alguien viendo la escena mientras tomaba fotos de esta desde una de las ventanas que daba al pasillo.

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#𝐀𝐓𝐑𝐀𝐏𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐀𝐑𝐌𝐀𝐑𝐈𝐎 || TaeGyu - TXTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora