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Taeyong sonreía mientras acariciaba el lomo de Leon, viendo cómo el gato daba vueltas sobre si ante el tacto, haciendo gracias para el otro chico en el sofá.

— Entonces, déjame ver si entendí. — La voz de su mejor amigo volvió a llegar a sus oídos. Este se sentó de nuevo en el suelo, mientras extendía un vaso con refresco en su dirección.  —  Planeas pedirle matrimonio a Chittaphon cuando vuelva de ver a sus padres, y quieres que te ayudemos a hacerlo de manera sutilmente especial.

— En resumidas palabras, sí. — Dijo el mayor de los tres.

— No confío en eso de sutilmente. — Dijo el extranjero. — Va a ser demasiado trabajo para nosotros, mejor no te cases. — Mark bebió un trago de su cerveza, adoptando una expresión cansada enseguida.

— Debí llamar a Johnny...

I'm joking, dude. — El castaño rio. — De acuerdo, ¿Tienes ideas? — El mayor guardó silencio, sin mirar directamente a ninguno de sus amigos.

— Excelente, tú sólo sabes que quieres pedirle matrimonio. — Se burló Dongyoung, causando que el peliblanco enrojeciera. — Bueno... en un restaurante es demasiado típico, ¿Qué hay de algún lugar especial que tengan? Un parque, o algo así.

— ¿Un parque con este clima? ¿Enloqueciste, hyung? — Preguntó Mark, bufando. — Sí que puede ser un lugar especial, pero a puertas cerradas, Jesús, con este frío sus manos se caerían antes de poner el anillo en el dedo de Chittaphon.

— ¿Sería muy aburrido si lo hago aquí? — Preguntó. — Llevamos años viviendo aquí, aquí está gran parte de nuestra historia, además de Louis y Leon. — Se encogió de hombros.  Los menores de miraron, teniendo una mini discusión mediante sus miradas.

— Sí, eso podría funcionar. — Dijo finalmente el pelinegro. — No necesitarías mucha ayuda de esa forma. — Asintió, empezando a maquinar distintas ideas. — Puedo ayudarte a preparar la cena, mientras Mark y Renjun lo distraen.

— ¿Por qué Renjun? — Preguntó confundido el castaño.

— Porque a Chittaphon le agrada más él que tú. — Dijeron ambos mayores, con una sonrisa burlona en su rostro.

— No es cierto...

— En fin, también podemos ambientar un poco y todo eso, Jisunggie es bueno con esas cosas,  ¿Te gusta la idea? — Volvió a hablar Dongyoung. El mayor asintió, satisfecho. — ¿Qué hay del anillo?

— Iré a verlo mañana, pero es algo complicado,  no puedo comprar uno muy caro tampoco, todo lo que tengo es lo que la empresa me dió cunado renuncié, sin embargo, me gustaría uno lo suficientemente lindo para Chittaphon.  — Habló con una sonrisa tímida, sintiendo sus mejillas calientes una vez más.

— Te ayudaremos. — Dijeron sus amigos de inmediato. — Tú no te preocupes, podemos acompañarte a verlo mañana también en la hora de almuerzo, ¿no, Mark?

Sure. — El menor sonrió, a la par que asentía.

El peliblanco sonrió una vez más, tomando a sus amigos por los hombros para abrazarlos.

Sin duda no podría hacer esto sin ellos.

the rest of my life; taetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora