𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 9

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Sé que has dado todo lo que tienes tan solo para permanecer a mi lado, y esto es todo en lo que has estado pensando que mis pensamientos están rotos dentro de mi pequeña mente. Sé que lo has perdonado todo,nos estamos hundiendo en nuestras propias mentiras. Ambos nos despedimos porque ya lo hemos dado todo y ya no queda nada más que dar.








- Mayo,2007

-Soobin,hijo,no llores -una mujer de cabellos lacios y largos estaba en la entrada de un hospital psiquiátrico,su pequeño hijo no paraba de llorar y ella trataba de tranquilizarlo,pero el niño no escuchaba nada de lo que su madre le decía.

-¡No quiero! ¡No quiero! -repetía,llevaba consigo un conejo de peluche y lo abrazaba con fuerza,todos quienes estaban cerca los miraban con disgusto y con miedo,pero al infante le importaba poco.

La mujer había notado un extraño comportamiento de parte de su hijo los últimos meses y eso comenzaba a preocuparle,decidió llevarlo a un Psicólogo infantil pero al parecer no fue buena idea,su pequeño estaba muy asustado y no paraba de llorar.

-Soobin...por favor escúchame...-Pedía la joven,pero el niño solo lloraba a gritos,todo el mundo estaba volteando,la chica estaba avergonzada,pero le importaba más su hijo.

Iba a intentar calmarlo una vez más,pero en eso pasa un hombre con otro niño,este pareció molestarse por los lloriqueos de Soobin.

-Hye...¿Por qué esta llorando? -preguntó con disgusto al alto hombre que estaba a su lado -Es tan molesto,odio esto

Al escuchar eso,Soobin volteó y miró al otro niño,sujetaba su peluche con fuerza,el otro niño solo se disgusto aún más,pasó a su lado sin decir otra cosa y entró al hospital psiquiátrico junto con el hombre.

Extrañamente,Soobin había dejado de llorar,al parecer la presencia de aquel otro niño había echo que su llanto fuera interrumpido.

-Binnie.. -Volteó al escuchar el llamado de su madre -Tienes que entrar,¿si? Todo estará bien,solo necesito saber que nada malo te esta pasando,por favor.

Los ojos de su progenitora estaban llenos de preocupación,el niño volvió a voltear en donde el otro infante había estado y se aferró aún más a su peluche,preguntándose en su débil mente como es que ese otro niño había podido entrar como si nada.

-¿Me prometes que no me van a encerrar para siempre? -preguntó con los ojos llenos de lágrimas, su madre negó con la cabeza.

-Por supuesto que no,Binnie,claro que no...-la mujer besó su frente -Solo vamos a ver a un doctor que te va a ayudar,¿sí? No va a pasar nada.

Las sonrosadas mejillas de Soobin se hicieron aún más notorias,había comenzado a derramar agua por los ojos.

-¿Pinky promise? -Al notar que su hijo aún dudaba,la hermosa muchacha levantó su dedo meñique con una sonrisa.

El pequeño sonrió también y correspondió el gesto de su madre.

-Pinky promise -Ambos sonrieron una vez más.

El niño aún seguía muy asustado,tomó la mano de su madre con fuerza y con el consuelo de su conejo de peluche, aceptó su destino.

Al entrar vió que no era muy diferente a un hospital común, solo habían niños con sus padres en sillones,siendo esta la sala de espera. La decoración era muy infantil y bonita,Soobin se sintió más tranquilo con eso.

Su madre lo guió hacia un sillón y ambos se sentaron.

-Cuando la enfermera diga tu nombre,vamos a ir a ese pasillo de allá -lo señaló con su dedo -Así que no tengas miedo,después de esto te prometo que iremos por helado. El niño sonrió de emoción al escuchar aquello,se sintió mucho mejor,espero mientras veía a los otros niños a lo lejos,unos parecían muy callados,otros actuaban con naturalidad y otros más hacían cosas raras.

𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐀𝐋𝐀𝐑𝐌 𝐀𝐍𝐃 𝐈𝐓𝐒 𝐀𝐏𝐏𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐄𝐒 ; ¹ 𝐭𝐱𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora