Donde el agua se tiñe de rojo

Capítulo 3- Eva

Tres días antes

El entrenamiento fue agotador, y apenas tenía fuerzas para cambiarme del bañador a mi ropa. Era noche cerrada para cuando salí de la piscina, y todavía tenía que ir hasta casa andando. Así que le di al play del audiolibro y me puse en camino. Al llegar al cruce de mi casa vi a una persona, tenía el pelo rubio y mojado.

Llevaba un vestido blanco que le cubría casi todo el cuerpo, y más que una persona parecía un espejismo capaz de desaparecer en cualquier momento.

Era una muchacha joven, de estatura media. En ese momento giró la cabeza, mostrando dos ojos de diferente color, uno naranja casi marrón y el otro verde, pero tenían un brillo sobrenatural que había sustituido la bondad que se veía en ellos. Era Victoria.

Se giró y vi como una mancha roja carmesí brotaba de su pecho manchando todo el vestido, ella colocó su mano izquierda sobre la herida y reparé en que el dedo meñique, no estaba.

Alargo la otra mano y movió los labios queriendo decir algo que no llegue a oír. Lo volvió a decir y esta vez leyéndole los labios vi que decía "ayuda".

Desapareció como si nunca hubiera estado ahí, y me di cuenta de que estaba en el suelo. Me levanté y miré a mi alrededor, no vi a nadie.

Recorrí el tramo que me quedaba hasta casa corriendo, preguntándome si había sido todo fruto de mi imaginación.

Al llegar a casa la encontré vacía, como siempre. Vivía sola con mi padre, pero desde la muerte de mi madre él se volcó tanto en su trabajo que casi nunca estaba en casa.

Dejé las llaves en el recibidor y fui hacia la cocina, tiré las cosas de la piscina y abrí el frigorífico en busca de mi cena. Vi un recipiente con un trozo de pizza, así que lo saqué y lo calenté en el microondas para comérmelo. Mientras mi cena se calentaba puse a secar mi toalla y mi bañador, además de coger el libro que reposaba encima de mi cama.

Comí en silencio, leyendo Asesinato en el Orient Express de Agatha Christie, terminada la cena cerré el libro y me metí en la cama y esperé a que el sueño se apoderara de mí.

Estaba en la piscina sentada en las gradas, vi a Victoria recogiendo todas las cosas que los pequeños habían dejado tiradas por el agua. Le dijo algo a Bárbara, y un momento después fue hacia la cabina del socorrista y habló con Ana mientras ella guardaba todo. A continuación Victoria fue hacia las bolsas del material y fue arrastrándolas por un pasillo, la seguí.

Entre al pasillo, pero solo vi un puñado de puertas cerradas, así que decidí salir de ahí, hasta que escuche un grito viniendo de detrás de la tercera puerta del pasillo, corrí hacia la habitación, pero no estaba preparada para lo que vi.

Victoria estaba sentada en una silla, atada de pies y manos. Todavía tenía puesto el bañador cosa en la que antes no me había fijado, tenía una profunda herida en el pecho, justo en el corazón, la sangre brotaba de la herida cayéndole sobre el cuerpo. Mire sus manos y vi que le faltaba el dedo meñique de la mano izquierda.

Me desperté envuelta en sudor, gritando.

Tras encender la luz me paré un momento para tranquilizarme "ha sido un sueño" me dije, "solo un sueño", miré el reloj, eran las 2:00.

Comprobé que no me podía dormir por mucho que lo quisiera, así que cogí en teléfono y vi que tenía un mensaje, era del grupo de natación, más concretamente de Lizzie que decía:

¿Ha visto alguien a Vic? Todavía no ha llegado a casa y mi tía está muy preocupada, estamos yendo hacia la piscina para ver si sigue ahí, aunque a estas horas es muy complicado. Si alguien sabe algo que me lo diga porfa.

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N/A

Hola lectorxs, me echabais de menos?? Sé que he tarda en escribir este tercer capítulo, pero estaba muy ocupada y no me ha dado tiempo de escribirlo hasta ahora. Espero que os haya gustado, aunque sea algo más corto que los otros.  El siguiente capítulo lo voy a escribir sin falta para la semana que viene. Recordad que podéis dejar vuestro bonito voto y lo podéis acompañar de un comentario. 

Un abrazo virtual, 

Ainhowah 💖