Me levanté como todos los días, había dormido fatal, y tenía unas ojeras terribles. Desayuné y me fui a mi cuarto para prepararme para la terapia.
Me senté en el escritorio y enseguida llamó. Le conté todo lo que había hecho ayer, que ya había solucionado eso con Eric, y qué luego por la noche me habían entrado ganas de llorar seguramente por todas las emociones.
Diego: —Tú misma te has dado la respuesta a lo de porqué lloraste, aunque creo que hay algo más. Desde mi punto de vista cuando estás con gente que no sabe lo que te pasa te acabas reprimiendo las ganas de llorar, sé que dices que no te acuerdas de tus problemas cuando estás con ellos, pero creo que también los omites y pones una sonrisa de que todo va bien. Eso puede suponer un problema ya que parece que el problema se está solucionando, pero lo único que pasa es que lo estás encerrando y de vez en cuando explota para salir.
Carla: —Vale, ¿y ahora que se supone que debería hacer?
Diego: —Esto no te va a hacer mucha gracia, pero deberías decírselo al menos a Eric.
Carla: —Uff, lo voy a pasar mal diciéndoselo.
Diego: —Ya, pero míralo de otra forma, yo creo que es mejor que pases un mal rato diciéndoselo que no que pases malos ratos ocultándolo. No te estoy diciendo que vayas ahora y se lo sueltes de sopetón, piénsalo como se o vas a decir, y mejor en persona que por móvil.
Carla: —Vale, pero no sé cuándo se lo diré, lo tengo que pensar bien.
Diego: —No quiero que te agobies, pero cuanto antes mejor, además seguro te acabas sintiendo hasta más cómoda con él.
Carla: —Vale, lo voy pensando y ya te preguntaré mañana consejo.
Diego: —Perfecto, adiós.
Carla: —Adiós.
Salí de mi cuarto y fui al salón, Martí estaba sentado en el sofá así que me senté con él.
Carla: —Hola, ¿qué tal?
Martí: —Bien, ¿tú qué tal con la terapia?
Carla: —Bueno... se me van complicando algunas cosas... —suspiré.
Martí: —¿el qué?
Carla: —Pues me ha dicho que debería contárselo a Eric...
Le conté todo lo que me había dicho.
Martí: —Bueno, poco a poco, si quieres el día que se lo digas que esté yo, así te será más fácil.
Carla: —asentí—Gracias.
Martí: —Por cierto, te tengo que decir que van a venir mis padres unos días porque yo tengo un viaje a Ibiza, espero no te importe.
Carla: —A mí me da igual, pero me da cosa que hagas venir a tus padres.
Martí: —No te preocupes que se ofrecieron ellos.
Carla: —Bueno, lo que tú digas, que estoy aquí gracias a ti.
Martí: —Tú todo normal, si algún día te apetece quedar con Eric pues hazlo.
Carla: —Aprovecharé para estar con tus padres, y, además, así tengo más tiempo para pensar todo. Por cierto, ¿qué día te vas?
Martí: —En dos días, es que se me había pasado comentártelo. Estaré allí cuatro días.
Carla: —Vale, ¿vas con Kiwi?
Martí: —Si, pasado mañana vendrá a casa para ir juntos al aeropuerto, así que te le presento.
Carla: —Bieen!
Pasamos la mañana jugando a la play y luego hicimos algo de comer. Después de comer vimos una peli. Por la tarde fuimos a casa de Papi Gavi porque iban a grabar un vídeo.
Papi Gavi: —Hola chicos! Pasad.
Laura: —Hola.
Papi Gavi: —A bueno Carla, te presento a mi novia.
Carla: —Encantada.
Laura: —Igualmente.
Fuimos hasta donde tenía Papi Gavi el set up.
Papi Gavi: —Siéntate donde quieras Carla, si quieres ahí está la switch por so quieres jugar.
Carla: —Vale, gracias.
Laura: —Ah Carla, te iba a decir si querías venir conmigo. Voy a salir a dar un paseo, por si te apetece.
Carla: —A vale, pues voy contigo. ¡Hasta luego chicos!
Fuimos hasta el paseo marítimo. Íbamos hablando para conocernos un poco. Laura era muy maja, siempre me lo había parecido.
Íbamos hablando de nuestras cosas cuando de repente me pareció oír mi nombre. Me giré y era Eric que venía hacia donde estábamos nosotras.
Eric: —Ey Carla —me dio un abrazo— Hola Laura. ¿Qué tal estáis?
Carla: —Bien, aquí dando un paseo, mi primo y Gavi están grabando. ¿Tu?
Eric: —Bien, he venido con unos amigos a darnos un baño -señaló a un grupo de chicos que saludaba.
Yo también les saludé.
Eric: —Otro día quedamos y venimos a la playa, cuando puedas.
Carla: —Vale, lo único Martí se va a Ibiza en 2 días y vienen sus padres conmigo así que no creo que pueda. Pero ya te diré.
Eric: —Hecho, bueno adiós.
Carla: —Adiós!
Laura y yo seguimos hablando.
Laura: —Veo que te llevas muy bien con Eric.
Carla: —Si, desde el primer día fue muy amable conmigo. Hemos ido cogiendo más confianza y hablando más. —al decir esto sonreí.
Laura: —¿Te gusta verdad?
Carla: —¿Tanto se nota?
Laura: —Un poco —se rio— pero me da que también le gustas.
Carla: —¿Por?
Laura: —No sé, intuición.
Sonreí.
Dimos media vuelta y regresamos a su casa.
Laura: —Hola chicos!
Papi Gavi: —Hola, ¿qué tal?
Laura: —Bien, ¿vosotros qué tal la grabación?
Martí: —Bien.
Carla: —Adivina a quien me he encontrado en la playa
Martí: —No me digas más, a Eric.
Asentí con la cabeza.
Gavi: —Uyuyuy, me da que a alguien le mola Eric.
Carla: —Ay de verdad, ya empezamos. Por favor no digáis nada.
Gavi: —Na tranquila, son tus cosas.
Carla: —Gracias.
Martí y yo volvimos a casa. Cenamos y nos sentamos en el sofá. Martí tenía que trabajar un poco para las redes sociales, así que yo me puse a dibujar un rato en la tablet. Luego cuando me fui a la cama me puse a dar vueltas al tema de cómo decírselo a Eric, creo que lo mejor era que Martí estuviese conmigo como apoyo. No me gustaba decirle sobre eso a nadie ya que no quería ser una carga emocional ni dar pena ni nada por el estilo. Pero si me psicólogo me había dicho que debía decirle, eso haré, aunque me daba bastante miedo.
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Todo es posible [Eric Ruiz Y Yo]
FanfictionOs contaré como mi vida cambió en un simple verano. Tras un mal año voy a pasar unos días a Barcelona. Allí conoceré a Eric, gracias a un amigo en común. La verdad es que nos llevamos bastante bien y las circunstancias hacen que empecemos a salir...