23- Diferente

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Llegamos a La Rambla, no había mucha gente porque aún era pronto y hacia bastante calor. Para mí era mejor así, no me importa que haga mucho calor porque íbamos a estar sobre todo dentro de las tiendas y que hubiese poca gente se agradecía, yo no estoy acostumbrada a que haya multitudes, en Valladolid hay gente, pero ni se acerca a la que hay en Barcelona.

Eric: —¿Dónde quieres ir primero?

Carla: —Me da igual, tú guías.

Eric: —Bueno pues vamos entrando donde veamos cositas.

Dimos unas cuantas vueltas por varias calles y Eric entró en una tienda en la que sólo vendían ropa de chico.

Eric: —¿Me ayudas?

Carla: —¿Qué buscas?

Eric: —Pues alguna camiseta con algún dibujo y alguna un poco más formal.

Dimos una vuelta por la tienda, él cogió alguna cosa y le seleccioné unas cuantas más.

Eric: —Me lo voy a probar.

Carla: —Vale —me quedé en la puerta de los probadores.

Eric: —Te vienes conmigo —me agarró de la mano.

Entré con él al probador y me senté en un pequeño banco que había, se quitó la camiseta y se fue probando todo lo que había cogido mientras me preguntaba cómo le queda. Por supuesto todo le quedaba bien.

Salimos de probador y Eric fue a pagar lo que había escogido, volvimos a salir a la calle.

Eric: —Yo ya he acabado así que tú mandas, y por favor si ves que sigo mirando ropa para mi apártame porque como siga gastando dinero en ropa mi hermano me mata.

Carla: —Vale, ahora me ayudas a encontrar algo para mí.

Entramos en varias tiendas, pero no encontré nada, o la ropa no me gustaba o la que me gustaba me quedaba grande; así que decidí ir a donde siempre compraba: Zara.

En cuanto vi un Zara le dije a Eric de entrar, era una de mis tiendas de ropa favoritas. No suelo comprar mucha ropa, no compro por comprar, pero esta vez necesitaba ropa. No tenía nada en mente, así que iré cogiendo lo que me gusta.

Eric: —¿Tienes pensado que quieres comprar?

Carla: —No tengo nada en mente, pero un poco de todo para aguantar todo el verano.

Eric: No te preocupes que me tienes a mí —me agarró del brazo.

Dimos unas cuantas vueltas y cogí unas cuantas cosas, varios tops de diferente forma, un par de faldas y dos pares de pantalones cortos. No me lo probé porque como es una tienda que frecuento, se perfectamente mi talla.

Cuando acabé de comprar en Zara fuimos a Pull and Bear, otra de mis tiendas favoritas. La ropa era más casual, había más sudaderas y camisetas que en Zara.

Eric: —Yo de aquí me voy a pillar unos pantalones y una sudadera.

Carla: —Pero si acabas de decir que no ibas a comprar más.

Eric: —Es porque lo necesito.

Carla: —Que chico... —suspiré.

Fuimos primero a la sección de chico a que Eric buscase unos pantalones y una sudadera.

Carla: —Esta sudadera te quedaría bien.

Eric: —¿A ver? —se la puso por encima— Mola, buen ojo Carla.

Carla: —Algún día te la robaré —le sonreí.

Eric: —Ya veremos.

Cuando Eric acabó de mirar lo que quería fuimos a la sección de chicas. Echamos un vistazo y cogí un par de sudaderas, unos pantalones cortos y otros largos, unas cuantas camisetas anchas, unas camisas de manga corta y manga larga y un bolso. Pagamos todo y volvimos a salir a la calle.

Todo es posible [Eric Ruiz Y Yo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora