-¡Jeon Jungkook! ¡Baja en este instante! -Gritó su madre, harta de gritar continuamente su nombre por una hora. -¡Jeon Jungkook! ¡No me hagas ir a buscarte!
El pelinegro suspiró, enrollado entre sus sábanas. Se había quedado dormido la primera vez que le habló su madre hacía una hora. Lentamente se removió en dirección de su celular para ver la hora. Viendo que este marcaba apenas las ocho de la mañana. Estaba muriendo entre bostezos, si apenas se había quedado dormido hacía cinco horas. No podía creer que su madre le estuviese hablando desde tan temprano.
-¡Jungkook! ¡¿Tengo que recordarte que hoy nos vamos?! -Gritó nuevamente su mamá.
-Oh dios... -Susurró. Se le había olvidado por completo.
A los pocos segundos de haberle hablando, la mujer escuchó fuertes pisadas en el techo, terminando con el fuerte golpe de la puerta del baño.
Suspiró. -Dios... No puedo creer que tenga veintidós años. Sigue siendo como un niño.
Su esposo rió. -Lo es. -Dijo mientras acomodaba sus gafas mirando la pantalla de su celular, seguramente leyendo las noticias más recientes.
A los minutos las fuertes pisadas se volvieron a sentir, esta vez en la dirección de la habitación del pelinegro. Y en cinco minutos bajó casi corriendo por la escalera, ganándose un regaño de su madre.
-¿Alcanzo a comer? -Preguntó.
-Todavía no hemos terminado. -Dijo su padre. A lo que Jungkook se sentó para comenzar a tomar su desayuno.
Su mente aún no volvía al cien por ciento, ya que aún estaba un poco adormilado. Por lo que vagamente recordaba que ayer sus padres salieron de vacaciones, y que hoy irían a visitar a su abuela, después de trece años. Ya que no se habían acercado a esa casa desde el funeral de su abuelo, fue una perdida muy grande, pero aún así seguían comunicándose con su abuela, llamándola continuamente.
Ya ni siquiera podía recordar como era aquella casa. Los pocos recuerdos de ese lugar eran tan borrosos que siquiera podía recordar más allá del patio delantero de la cabaña, y a pesar de todas las veces que trata de recordar el lugar siempre termina con un mal sentimiento, por lo que ha dejado de pensar en ello.
-Supongo que dos meses allá serán suficientes como para relajar un poco más esta espalda... -Comenzó el padre. Dando pequeños golpes con su puño en su hombro derecho. -Ni siquiera he tenido tiempo para ir con un masajista, solo espero no tener que soportar trabajos forzados, si solo me tiene así la oficina.
-No te angusties, será bueno ir a despejar nuestras mentes. Quizás mi madre nos esté esperando con una sorpresa. -Dijo la señora Jeon tratando de animar a su esposo.
-Eso espero...
Jungkook miraba desanimado su celular mientras masticaba sin mucho ánimo el pedazo de tostada con mermelada que se había preparado hace un instante. Su mente estaba tan atareada y dispersa que sin darse cuenta se quemó la lengua con el café. Oh, que buena manera de empezar la mañana.
-¡Hey hey hey hey! Tienes que estar mas atento. -Habló enojada. -¿Que es lo que pasa ahora?
-Yoongi no podrá acompañarnos hasta dentro de dos semanas. -Suspiró, mientras trataba de que le llegara aire frío a su lengua. -Tiene que trabajar.
-Bueno, debes entenderlo, sabes que lo necesita.
-Lo sé, aún así quizás ni siquiera encuentre algo en lo que divertirme.
-¿De que hablas Jeon? Estoy segura que estarás todo el día pegado a la play. ¡Si no sueltas esa consola para siquiera echar un vistazo al jardín te corto la luz!
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Laguna Mágica ★ ||KookV||
Fiksi PenggemarCuestionarse eso dos veces era estúpido. Tal cosa no podía ser cierta.Tan solo era un cuento de niños, como miles de mentiras que inventaban cuando éramos pequeños, Santa Claus, el hada de los dientes, etc... Ese tal lago encantado no existía. Y Jun...