La vida da giros inesperados, pero un solo acto puede cambiar tú vida y la de los que te rodean tal y como le pasó a Riku, cuando murió su madre.
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"¿Podemos encontrar la verdadera felicidad?"
La respuesta está más que clara, todos podemos ser felices ya que con las mejores decisiones podemos llegar a tener una vida maravillosa, pero que pasaría si la vida te pone pruebas tan difíciles que ya no sabes si continuar, la mayoría se vuelven seres egoístas y llenos de odio hacia los demás, creando una barrera para ya no poder sentir más de lo que alguna vez dolio, mientras que la minoría tratan de luchar contra esas cadenas que los someten a esa vida miserable, encontrando así la cura para su mal y retomando la vida que alguna vez tuvieron...
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Riku era parte de la mayoría
Ya que para el la felicidad no existía ni tomaba forma en su vida, de hecho eso nunca fue así, pero al recibir los maltratos constantes del que se suponía que era su padre su vida se volvió gris, muchos en el palacio decían que el rey Kirinmaru al fin se había dado cuenta del error que cometió, mientras que otros que eran muy pocos la verdad solo se compadecían del que alguna vez fue el sucesor de Kirinmaru, pero no podían hacer nada eran simples empleados así que solo bajaban la cabeza y mordían su lengua.
Zero quien es la hermana mayor de Kirinmaru, nunca aprobó aquella relación que desenvolvió con aquella humana, así que al morir la humana, aprovecho el quiebre emocional de su hermano para poder sembrar el odio en su hijo, el solo se dejó manipular por lo vulnerable que se sentía y cuando logro su cometido le quitó hasta el más mínimo privilegio para que solo sea basura en el palacio, Riku solo se resignó no tenia el valor para enfrentarse a su padre ya que con la muerte de su madre se quedó sin nada, así que solo obedecía a sus órdenes.
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Toga que era comandante de las tierras del Oeste era un caso completamente diferente a Kirinmaru su antiguo amigo de copas, ya que el también cometió el gran error de enamorarse de una humana, pero eso era otro tema muy distinto. Kirinmaru quien se había enterado de la gravedad de las heridas del comandante bestia, mando a Riku para poder hacer algo por él, ya que no quería que muriera antes de su batalla final, así que Riku con plantas medicinales en mano retomo su camino hacia el palacio de la humana del comandante, sin embargo no creyó lo que encontró al llegar.
"el palacio de la señorita Isayoi está en llamas!" un agricultor de la zona dijo en voz alta para que al menos pudieran apagar el incendio
"valla creo que llegué tarde" está vez hablo Riku sin importancia "el gran Toga está muerto" sonrió de lado sin poder creerlo, ahora sí tenía un gran problema, pero las cosas ya estaban hechas al fin y al cabo, así que se voltio para ir a dónde Kirinmaru lo esperaba, pero antes le daría la gran noticia a su más querida Zero estaba seguro que se lo tomaría a pelos, cosa que no era así
