capitulo 15

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Moroha: chicas hasta aquí las acompaño tengo que regresar a mi trabajo

Towa: tan pronto si quieres podemos almorzar en casa de Kaede hoy haré bollitos de arroz - dijo animada con una sonrisa en su rostro

Moroha: suena delicioso - a decir verdad ni ella misma quería regresa aquel tormentoso lugar solo lo hacía por pagar su deuda, por ello el tiempo tenía una influencia grande en ella

Setsuna: podemos ir ayudarte - intervino la castaña

Moroha: está vez no, Natsuki irá así que no hay que preocuparse

Towa: está bien no insistimos más, pero si te alcanza algo de tiempo puedes ir donde Kaede

Moroha: eso haré, adiós chicas -
Termino su interacción despidiéndose con su mano, camino en sentido contrario dirigiéndose a la casa de Jyubei, el camino no era muy pesado ya que quedaba cerca de donde se encontraba, con el pasar de los minutos pudo llegar a la dichosa cabaña donde un pequeño demonio empezó a dramatizar por su pequeña demora

Takechiyo: Moroha llegas tarde Natsuki por poco y se va

Moroha: pero, no se fue - le saco la lengua como una niña pequeña

Takechiyo: niñita insolente quien te crees - dió un paso frente a ella

Moroha: oh no me retará este demonio enano? - soltó una audible carcajada

Tokechiyo: Moroha!!!! - cuando estaba de dar el primer golpe el mayor se acercó tomándolo del atuendo que tenía

Natsuki: Takechiyo al señor Jyubei no le gustará que inicien una pelea dentro de su propiedad - intervino el ojiazul

Takechiyo: tienes razón.... Natsuki te felicito eres alguien muy inteligente no como otros cuarto demonios

Moroha: que dijiste - estaba a punto de darle su zape en la cabeza, pero Natsuki amablemente lo impide tomando su muñeca

Natsuki: señorita Moroha solo no le preste atención - guiñando soltó con delicada su muñeca - estaba a punto de salir para realizar el trabajo así que vamos

Moroha: ya que - salió de la cabaña dejando a su compañero atrás

Con el pasar de los minutos ninguno dijo nada solo por escasos minutos llegaban a cruzar miradas pero nada más, a Natsuki no le agradaba mucho la idea de estar en silencio tenía sus razones

Natsuki: señorita Moroha no cree que este Tulipán rojo es lindo - con una sonrisa observó aquel campo lleno de tulipanes de distintos colores y tamaños, pero entre ellos resaltaba uno que le recordaba mucho a su compañera

Moroha: si es verdad - pronunció con sus manos en la nuca - a mi maestra le gustaban estás flores, me dijo que regalar este tipo de color de tulipán tenía un significado profundo y hermoso, no entendí a lo que se refería así que actúe como si entendiera - se burlo en sus adentros al recordar aquella escena donde su maestra observaba un campo lleno de estás flores con una decoloración que cubría sus mejillas

Natsuki: yo tampoco entiendo, pero cuando lo comprenda mejor te lo diré - sonrió como siempre solía hacer, pero en un cerrar de ojos su expresión cambio a una más seria - ya está aquí - tocó su katana que se encontraba en su cintura y con rapidez tomo a Moroha para impedir que la dañará el ataque, ya estando en un lugar seguro la dejo aún sorprendida de su asombrosa velocidad - te encuentras bien

Moroha: si... - respondió tratando de consentrarse en aquella oruga grande, su cabeza valía mucho ya que que a
la aldea recaudo lo suficiente por sus servicios así que no lo dejarían escapar

Natsuki: lista - poniéndose en guardia para iniciar el combate

Moroha: más que lista - sonrió ampliamente remojando se su labio inferior

Y así dió inicio al encuentro ambos jóvenes dieron sus mejores técnicas aquel fenómeno era bueno y pensar que ellos suponían que no era un ser pensante este tenía la capacidad de moverse dentro la tierra con mucha facilidad y al no saber con exactitud por dónde saldría les traía ventajas, pero no para el ojiazul.

Natsuki tenía en cuenta su origen ya que su madre se lo había explicado detalladamente el era del clan de la luna llena, para aclarar antes que se extinguiera su linaje era uno de los más poderosos en sus tiempos a tal grado de que el respeto se lo daban todos y el temor estaba presente, en las noches de luna llena sus poderes aumentan ya que la magia divina de la la luz de luna les ofrecía fortalecer sus poderes, eran demonios muy inteligentes y muy mezquinos al mezclar su linaje con cualquier otro tipo de demonio por ello eran aclamados y admirados por demonios de clase baja.

Moroha: Natsuki... Esta vez se escondió y no veo que regrese como antes, crees que se fue no huelo su desagradable olor - hablo la pelinegra con su mano en su cara tratando de demostrar su disgusto

Natsuki: debe de estar cerca

Moroha: y si no aparece...

Natsuki: pues le tendremos que decir al señor Jyubei - riéndose de la cara furiosa que puso su compañera

Moroha: estás bromeando verdad

Natsuki: no solo digo lo que pienso

Moroha: idiota - apartó su mirada de el

Natsuki: ya no se enoje señorita Moroha

La pelinegra solo lo ignoro olímpicamente, pero al ver la cara de cachorrito que puso su compañero solo suspiro frustrada por dejarse dominar por esa estúpida expresión

Moroha: bien bien, pero... - no la dejo terminar de hablar ya que la empujó para que no recibiera las agujas venenosas que este había lanzado, Natsuki al no poder esquivar todas callo sobre ella con su respiración entrecortada - oye estás bien... - removió su hombro derecho notando una marca extraña que parecía a una luna llena está solo brillaba no le prestó atención ya que lo único que le importaba era que se encontrará bien - si te mueres ahora me quedaré con toda la recompensa - hablo sin pensar, pero aún así no escucho respuesta - Moroha la ver no que no reaccionaba entro en pánico y se imagino lo peor por algún motivo el nudo en su garganta se hizo presente, si a pesar de que odiaba compartir su preciado dinero el chico nunca la odio por ser un cuarto demonio y eso que tener ese tipo de sangre era una aberración para cualquier demonio de sangre pura. Sin ver la respuesta de su compañero lo dejo en el suelo y tomo su katana y dió sus mejores ataques sin importarle que diera resultado, se cegó de la ira que sentía por ser completamente inútil grave error... Ya que en una batalla lo primordial era controlar las emociones o te vuelves un blanco fácil para el enemigo y este fue el caso

Moroha: maldito - salto hasta donde estaba su cabeza y atacó directo sin darse cuenta que su exterminar cortada se convertía en un veneno mortal para cualquier ser vivo

Natsuki: Moroha!! - exclamó parándose rápidamente sin importarle el dolor que sentía para hacer frente con su espada aquella extremidad cortando perfectamente impidiendo que se vuelva a regenerar, en un abrir y cerrar de ojos cortó la cabeza de aquel ser dando por concluir su muerte al instante, la pelinegra solo lo miro con una gota de lágrima que caía de su mejilla en sus pensamientos estaba presente que "debía mejorar sino quería morir".

Natsuki: estás bien... No te paso nada - le estendió su mano para ayudarla a levantarse, pero ella solo lo rechazó ocultando su rostro en sus rodillas - perdón.. por no contestar es que me sentía muy débil... - hablo el ojiazul

Moroha: entiendo - susurró

Natsuki: debemos ir donde Jyubei mira tenemos su cabeza - hablo animado para ver si la pelinegra se animaba un poco, pero al no ver resultados suspiro, pero llegó una nueva idea a su cabeza - bueno ya que mi compañera no quiere la recompensa al parecer me quedaré con todo el dinero que recaudó la aldea quizá así complete una parte de mi deuda - silvando una melodía se retiró poco a poco del lugar

Moroha: que dijiste... Con la parte de mi dinero no te vas a meter!!!! Natsuki!!! - se paró al instante persiguiendo a Natsuki que utilizo un poco de su velocidad para hacer una gran carrera a casa de Jyubei, sin duda ver su ánimo de regreso de su compañera fue algo reconfortante para él

ᴍɪ ғᴇʟɪᴄɪᴅᴀᴅ ᴀʟ ʟᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀ ᴛᴏᴡᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora