ᴍɪ ғᴇʟɪᴄɪᴅᴀᴅ ᴀʟ ʟᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀ ᴛᴏᴡᴀ

Capitulo 24

Solo vasto con tronar sus dedos para estar en los dominios del señor feudad de la eternidad, Zero rodo los ojos con frustración al tener que aguantar a alguien tan detestable cómo lo era él, si tan solo Riku no fuera un traidor lo mandaría para que hiciera el trabajo sucio, pero que podía hacer sí estaba más que embobado con la hija del peor sujeto de la tierra, acaso esa era su maldición? O su educación no le sirvió de mucho, se suponía que mataría a los que llegara amara para que así no terminará como ella, pero porqué la proteje tanto?..... Una vez ella fue tan miserable como él, una vez cuando aprendió a amar.....

Zero apenas tenía cien años de estar en la tierra aburrida de la vida ya que ni podía encargarse de los dominios de su padre por el simple hecho de ser mujer, ese era su problema siempre fue una mancha por tan poco, aún así no le importo siguió con su vida o bueno todo era "normal" hasta que apareció él con una iluminada sonrisa de oreja a oreja, no se parecía ni en lo más mínimo al resto, tan mono en la forma de hablar o la elegancia que demostraba en cualquier momento, sí era él Taisho que con tan solo un día vasto para permanecer perpleja en tan inminente belleza, llegaron hacer grandes amigos como ellos no había nadie, Zero disfrutaba sus visitas y el disfrutaba escucharla hablar, eran momentos que jamás olvidaría hasta que pasaron los siglos y el se llegó a comprometer por sus padres que querían conservar su linaje, él acepto sin decir más de todas formas su crianza siempre tuvo ese fin, aún así él quería más de lo que le permitían, mientras que Zero tuvo que aceptar verlo formar una familia ajena a ella, sus ojos miraban lo sublime de su felicidad al tener a su primogénito..... Cuánto deseo ser Irasue, cuánto deseaba su belleza, inteligencia, elegancia y porte, cuánto deseo tomar alguna vez su mano para caminar lejos donde pudieran ser libres..... A pesar de eso podía soportarlo el no la amaba ni ella tampoco esa era su oportunidad, verdad? No, no fue así él quiso a alguien más, Isayoi una princesa humana porqué ella, que tenía ella de especial acaso no la miraba, estaba ahí, lo espero una eternidad, todo ese gran amor que sintió por ella lo quería más que nada, lo anhelaba, pero porqué se sintió aún más feliz cuando supo que sería padre por segunda vez, porqué Irasue no hacía nada, maldición porqué murió por tan poco!..... Ahora solo eran simples recuerdos que pasaban por su mente, marchitos guardados en un baúl en su corazón que aún dolía. Sesshomaru fue el primero que le recalcó su posición y lo patética que era por creer que algún día la viera solo a ella "no seas ridícula mujer mi padre ni aprecio te tenía tanto que prefirió a una humana en vez que a tí' tan descaradamente se burlo en su cara expuldandola de los dominios del Oeste y ella solo iba a dejarle un presente por la muerte dolorosa del gran perro demonio......

Con la mirada perdida recobro los movimientos de su cuerpo para seguir avanzando, la venganza la recorría de pies a cabeza y soportaba la espera dé terminar con este juego de niños, no había marcha atrás está era su última oportunidad y no la desperdiciaría....

Nanahoshi: que los ojos no me traicionen, pero miren quien está de visita si es la señora Zero - con un gesto de demencia la miro - que mala suerte antes su fragancia era la más deliciosa - frunciendo el seño rodó los ojos

Zero: a mí también me da gusto verte - arqueando la ceja - pero por sino lo sabes mi tristeza está aquí - enseñando las perlas arcoiris sonrió suave

Nanahoshi: que alegría - tratando de tomar alguna, fueron quitadas de su vista con rapidez - ahora?

Zero: antes que nada quiero que me hagas un favor

Nanahoshi: que favor quieres un insecto eternal con gusto - musitó como si nada

Zero: más que eso, estás dispuesto a tener un sufrimiento y dolor incomparable

Nanahoshi: eso es lo que esperaba desde que llegué a este mundo donde lo encuentro!!!

Zero: un dolor tan incomparable como lo es de la hija mayor de Sesshomaru, ella tiene una escencia mejor que la mía - sacando un abanico de sus prendas se tapo un poco de su rostro