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SOPHIA SONRIÓ MIENTRAS JUGABAcon Mia en el suelo de la sala de estar, se encontraba vestida con una remera naranja y pantalones de chándal para estar cómoda; pasaría todo el tiempo posible con su hija mientras tuviera la oportunidad.
"Buenos días" Sophia saludó a Bella cuando caminó hacia el teléfono. Había pasado una semana desde el desastre de la noche de películas y Jacob no había estado bien desde entonces.
Sophia suspiró, moviendo cuidadosamente a Mia sobre su regazo. Ella sabía que Bella había usado a Jacob para arreglarse a sí misma luego de lo que había sucedido con Edward y ahora él no estaba ahí; no estaba segura que haría su prima.
Sophia sonrió dulcemente en dirección a su hija mientras la abrazaba más cerca suyo, tenía que comenzar a concentrarse en sus estudio ya que habían pasado dos semanas desde que había llegado a lo de su tío.
Sophia escuchó a Bella llamar a la casa de Jacob otra vez, había estado haciendo aquello desde que llegaron a su casa aquella noche desastrosa y, todavía no había respuesta de su mejor amigo; era casi como si la estuviera evitando.
"¿Todavía no hay respuesta?" Sophia adivinó mientras dejaba que Mia jugara con sus dedos. En las siete semanas que su hija había estado con ella, la rubia no podía creer cuán especial se había transformado para ella.
Bella asintió con su cabeza y resopló a la misma vez que colapsaba sobre el sofá. Le habían dicho que Jacob tenía mono pero ella no estaba segura si le creía completamente a Billy cuando le había dicho aquello.
Estaba sucediendo algo en La Push y ella no podía evitar preocuparse por su mejor amigo; él había estado asustado de la banda de Sam Uley y ella sabía que Billy no estaba siendo de ayuda con eso.
"¿Qué es eso?" Sophia arrulló, haciendo que Bella saliera de sus pensamientos. Miró a su prima y sonrió mientras la veía jugar con su hija; todavía no podía creer que su prima de dieciséis años fuera madre.
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"EN SERIO BELLA, ÉL TE LLAMARÁ CUANDO SE SIENTA MEJOR" Sophia dijo cuando vio a su prima llamar a Jacob por tercera vez aquel día. Rodó sus ojos azules, sabiendo que aquello comenzaba a irse un poco fuera de manos.
Bella resopló molesta a la vez que dejaba su teléfono y miraba a su prima que se encontraba preparando una botella para Mia. Alzó una ceja curiosa ante lo que su prima estaba haciendo.
Sophia rápidamente calentó la botella, sabiendo que Mia iba a estar exigente cuando despertara de su siesta. La rubia estaba tratando de establecer un cronograma así Mía podía acostumbrarse a tomar siestas y alimentarse en ciertos momentos.
