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〄
SOPHIA SE DESPERTÓ DE UN SALTO cuando escuchó la puerta de entrada cerrarse de un golpe, prendió su velador mientras observaba la puerta de su habitación confundida.
Recién eran las dos de la mañana y Sophia estaba confundida por el sonido que acababa de escuchar; la rubia sabía que no sería nadie de la manada ya que estos seguían patrullando.
Tragando saliva nerviosamente, silenciosamente salió de su cama en un set de pijama de verano al estar acostumbrada a tener a Paul durmiendo a su lado.
Los ojos azules de Sophia siguieron puestos sobre la puerta de su habitación mientras buscaba su bata de noche y la envolvía alrededor de ella antes de dejar su habitación silenciosamente.
La rubia estaba presionada contra la pared y lentamente camino por el largo pasillo, observando el final del pasillo hacia la habitación de Fiona para encontrarse con su amiga saliendo de esta para ver que estaba sucediendo.
Fiona estaba vestida únicamente con su onesie de Elmo y se veía un poco asustada ante los sonidos que parecían provenir de la cocina; ella compartió una mirada con Sophia mientras se preguntaban si se habían metido a su casa o tenían a un vampiro.
Sophia rápidamente tomó un bate de baseball de titanio que estaba guardado en uno de los armarios en la cima de las escaleras. Observó a Fiona, sabiendo que alguien debía ir.
"No puedes estar hablando en serio" Fiona susurró mientras observaba preocupada a su amiga. Si era un vampiro había pocas chances de que aquello terminara bien.
Fiona no quería ser la que debiera decirle a Paul que su impronta había conseguido que la asesinaran, le parecía loco que Sophia fuera a siquiera intentar algo así.
"Bueno, alguien tiene que ir" Sophia discutió silenciosamente mientras observaba a Fiona. Estaba el ocasional ruido de golpes escaleras abajo y le hacía preocuparse que quien sea que se hubiera metido pronto fuera a subir las escaleras.
Fiona observó a su amiga por un momento antes de apresurarse a meterse a su habitación y tomar una lámpara antes de volver con Sophia; ella no podía dejar que su mejor amiga hiciera aquello sola.
"Iré contigo" Fiona dijo, sabiendo que necesitaba hacer aquello, ella no iba a permitir que ningún vampiro o ladrón sacara lo mejor de ellas en ese momento; la castaña jamás se perdonaría a sí misma si lo permitía.
Sophia la observó por un momento antes de asentir, ella realmente esperaba que fuera solo un ladrón porque no creía que fueran capaces de hacerle algo de daño a un vampiro.
Lenta y silenciosamente las dos mujeres bajaron las escaleras, sabiendo que lo que fuera que estuviera esperándolas, iban a hacer aquello juntas.
