dolor de azúcar.

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Se encontraban cruzando justo la mitad del tercer año de preparatoria cuando inició el torneo de primavera.


Tooru, emocionado sin límites; empacó sus cosas y fijó su rumbo hacia el Seijoh. Donde los demás miembros del equipo de voleibol se reunirían.


Al llegar, el castaño divisó a Iwazumi, el cual se hallaba de espaldas a él, mirando hacia el cielo, con ambas manos en los bolsillos de la chaqueta escolar. No hacía frío, pero Hajime prefería cubrir sus brazos a toda costa.


"Buen día, Iwa-chan" canturreó el castaño. Sus brazos colándose alrededor de los hombros ajenos. Abrazando así al azabache desde atrás. Tooru apoyó su pecho en la amplia espalda de Iwaizumi. Sonriendo complacido cuando los oscuros cabellos de Hajime ocasionaron cosquillas en su mejilla izquierda. 


"Buen día, tontooru" respondió el más bajo. Aunque la frase no iba de la mano con el tono de su voz, el cual, extrañamente sonó animado.


Hajime sacó las manos de el escondite que tenía, y las posó sobre las manos blanquecinas de Oikawa. Acarició con delicadeza los nudillos y la suave piel que les cubría. Para así, finalmente envolver las manos ajenas con las suyas. Frías y firmes.


"Hoy tenemos que jugar" susurró Hajime, la emoción dominando su hablar.


Pero Oikawa no sabía que la emoción nació por la unión de sus manos, y no por el torneo al que debían asistir.


"Sí, hay que jugar. Debemos ganar esta vez, Iwa-chan" murmuró Tooru, su respiración acariciando descuidadamente la nuca del más bajo. Iwaizumi respiró profundamente para no temblar ante la extraña cercanía.


Aquella cercanía que amenazaba con derrumbarlo.


"Iwa-chan, ella se me ha confesado mientras caminábamos hacia acá hoy".


Un par de latidos furiosos lo hicieron reaccionar. Iwaizumi suspiró, y sin que el castaño lo viera, cerró sus ojos.


"Ya veo ¿Y qué le has dicho?" curioso preguntó.


"Le dije que sí".


El mundo pareció romperse en ese mismo instante.


Y, además de ello, Iwaizumi podría jurar que se preparó para este momento. Pero, aquella débil preparación no logró cuidar bien de su frágil corazón cargado de sentimientos infantiles.


Iwaizumi soltó las manos que le sostenían, y rompió el débil abrazo del castaño. Alejándose a duras penas, tan sólo por unos centímetros.


Mirando fijamente a Tooru sonrió de forma suave, casi imperceptible. Oikawa no podría haberla visto de no hallarse tan cerca. Y luego de ello, sólo pellizcó superficialmente la suave mejilla del colocador titular de Aoba Johsai.


"Así se hace, campeón" le respondió. Despeinando con cariño la cabellera de Tooru.


 Marchándose después de aquello.


Dándole la espalda.


Alejándose de él.


Sintiendo como sus pequeñas barreras caían sin remedio.


Su pecho sintió la presión y él sólo pudo sonreír como un imbécil mientras que tomaba asiento dentro del automóvil que los llevaría al estadio seleccionado.


Iwaizumi Hajime se esforzó mucho para no ponerse a llorar como un crío.

𝓵𝓸𝓿𝓮𝓻 𝓫𝓸𝔂 ⁞ ɪᴡᴀᴏɪ ⁞ ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora