Capítulo 3

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Todo el ambiente que estaba en la casa, se sentía pesado, ya sea por la preocupación o por la adrenalina, TN, Belén, Isabel, Nicol y Daniela estaban listas,  tenían sus armas puestas y bien escondidas, vestían atuendos completamente negros.

TN: ok, ya estamos aquí, recuerden todo lo que sufrimos por culpa de esos tipos

 Dicho esto, entraron a un gran edificio, se dirigieron por los pasillos a la oficina principal, iban tranquilas ya que sabían que no había nadie en aquel edificio, claro,  era más que obvio, nadie está a las once pm en una empresa.

TN: están listas?, ok, ahora entraremos

TN entró azotando muy fuerte la puerta, las demás chicas la siguieron.

Xx: oigan, por qué entran así? -se levanta de su asiento-

Be: haber, haber, haber, calma -lo toma de los hombros y lo obliga a centrase- nosotras somos las que hablamos aquí, ok?

Xx: y ustedes quiénes son? como se atreven….

Da: ya cállese -lo abofetea- y pobre de usted que se levante

Isa: no es necesario que lo golpees, ya que pronto dejara de existir -ríen-

Xx: que? No entiendo…

Ni: haber, papito, te lo vamos a explicar recuerdas a Carlos Basantes? Él era mi papá y tú y tus amigos lo mataron y nosotros haremos lo mismo contigo..

TN: si, así que diga su último deseo -acercándose-  no dirás nada, bueno -toma el cuchillo- me pregunto si este cuchillo está afilado? -acariciando el cuchillo- que tal di -acerca el cuchillo al cuello del señor- lo averiguamos

Xx: jaja -ríe irónicamente-  dime, que me mates cambiará algo? Acaso mi muerte devolverá a la vida a tus padres? Jaja

Ni: pero por lo menos haré justicia

Y sin pensarlo más clavó el cuchillo en el cuello del sujeto, después tomó un papel y escribió las misma palabras  de siempre “ojo por ojo, diente por diente”

~~~ en otro lugar~~~

Suho: Chanyeol ven, alúmbrame aquí

Lay: -enciende la luz- por que? Es más fácil así, además hemos estudiado este edificio durante días, no hay nadie, así que, saquen rápido el dinero y vámonos

Chan: si, ya vamos

Sehun: -entrando- nosotros ya tomamos todo el dinero

Suho: y listo -dijo metiendo el ultimo forro de billetes- ya vamos -cargó la maleta-

Lay: al fin, vamos -subiéndose a la gran camioneta-

Los muchachos se dirigieron a la gran camioneta, quien iba conducida por Lay, su nombre resl Zhang Yi Xing pero le gustaba que lo llamaran Lay, porque su nombre le recordaba su pasado, su doloroso pasado.

Todo salió perfecto, como siempre, cada asalto que hacían salía a la perfección y no era para menos, de eso y para eso vivían, tenían que dar lo mejor de ellos, o como dice Lay “prohibido equivocarse”.

Corazón Criminal 1º TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora