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Yamaguchi se sorprendió cuando vio a su padre esperándolo en la puerta de su cuarto, acababa de llevar a Tsukki afuera de la casa. ¿Cuando fue su padre hacia su habitación?.

-¿Papá?...-Pregunto nervioso el pecoso,a los segundos recibió una cachetada en la cara que hizo girar su cabeza hacia un costado.

-Me das asco Tadashi, yo no te crie así. Mi único hijo y se besuquea con otro hombre como si fuera una zorra.- el corazón del pecoso se estrujó ante las palabras del mayor, sus manos comenzaron a sudar por su nerviosismo, estaba temblando de miedo, no lograba levantar su vista. Recibió otra cachetada logrado que salgan un par de lágrimas de sus ojos.

-Yo no hice nada..- Intento decir, su voz se escuchaba cortada y de vez en cuando daba fuertes bocanadas de aire intentando calmarse.

-¡Te ví Tadashi!. ¡No soy ningún idiota!, en mi propia casa, cuando yo estaba aquí.-El hombre tiro el jarrón que estaba a su izquierda partiendolo en varios pedazos, uno de ellos lastimando la mano de yamaguchi.

-¡Basta papá! ¡Enserio perdón!... Yo amo a Tsukishima...-El mayor lo agarro del cuello de la camisa y golpeó la espalda de yamaguchi contra la pared.

-¿¡Te estás escuchando?!, Cómo mierda te va a gustar un chico. Te dije que te debías alejarte de ese rubio, ¿¡el te obligó a decir estas cosas?!.- Yamaguchi comenzó a llorar intentando alejarse de su papá, estaba teniendo mucho miedo.

-¡No!, ¡el no me obligó a nada!, Papá basta Porfavor...- Recibió otro golpe pero esta vez en su boca, su diente lastimo su labio haciendo que salga un poco de sangre. El mayor tiro a su hijo al suelo, este cayó con sus manos en los pedazos de jarrón.

-Dame tu celular, vas a estar castigado en tu habitación hasta que recapacites. No voy a dejar que veas ese chico nunca más en tu vida.- Aquellas palabras fueron las que más le dolieron a Yamaguchi, intento pararse y miro como de sus propias manos salía un poco de sangre.-¿¡Me escuchaste Tadashi?! Dame tu celular.- El nombrado, tembloroso, saco de su bolsillo su teléfono y se lo dió a su padre, se encogió de hombros cuando escucho como el artefacto era tirado con violencia hacia la pared rompiéndolo en el acto.- A tu habitación, ahora.-

El pecoso rápidamente se encerró, se deslizó por la puerta llorando y abrazando sus rodillas, quería, necesitaba estar con Tsukishima ahora mismo. Sus manos aún estaban un poco lastimadas pero aún así intento abrir la ventana, había un árbol justo en frente, sería difícil y doloroso intentar llegar, pero haría lo posible para irse ahora mismo de su casa. Saco lo más que pudo su cuerpo para alcanzar la rama más gruesa del árbol. Con mucha suerte y casi cayéndose logro quedar colgarse del árbol, y con cuidado bajo por algunas ramas más hasta estar maso menos a una distancia considerable para saltar sin hacerse nada.

Sus manos ardían y sus de sus ojos no dejaban de salir lágrimas, comenzó a correr intentando llegar a la casa de su novio lo más rápido posible.

Préstame atención - TsukiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora