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Tsukishima se encontraba en la casa del pecoso como habían acordado para la piyamada, mientras elegían una película yamaguchi habló, sorprendiendo al rubio por sus palabras.

-Creo que voy a terminar con Yachi...-

-¿Por que?.- Pregunto intentando sonar triste, pero la verdad que es estaba súper emocionado, se sintió un poco culpable, pero no podía evitar la felicidad.

-Hinata gusta de ella y creo que ella está empezando a gustar de el..-

-¿?Enserio crees eso??.- Yamaguchi Asintió.- ¿Y no te molesta..?

-¿Porque debería molestarme?.-

-Ehh, es tu novia..-

-Si pero si a ella le gusta Hinata no puedo hacer nada.- Se encogió de hombros.

-Pero nisiquiera sabes si de verdad le gusta.. Yamaguchi, deberías al menos estar un poco celoso. ¿De verdad te gusta Yachi?.- El pecoso dejo de buscar películas y miro a su amigo, se acercó y se sentó enfrente a el.

-No lo sé.- Dijo preocupado.- ¿Como se cuando me gusta alguien tsukki?.

-Ehh, bueno quieres estar todoo el tiempo con esa persona, te gusta que te abrace o te bese, te pones nervioso, tu corazón palpita fuerte y sientes como mariposas en el estómago..- Tsukishima describió todo lo que estuvo sintiendo todos estos años, sentía como si se estuviera declarando.

-¿Como Mariposas? ¿Algo así como cuando nos besamos?.- pregunto yamaguchi, Tsukishima abrió los ojos sorprendido.

-¿Que dijiste?.-

-Creo que lo que describiste es más una amistad que amor.- yamaguchi no tenía muy en claro que era el amor, sus padres nunca se demostraban cariñosos juntos.

-¿Sentiste mariposas cuando me besaste?.- Yamaguchi Asintió confundido.

-Con Yachi no lo sentí así, por eso digo que lo que estás describiendo no es amor.-

-¿y no crees que podrías estar enamorado de mi?.- el pecoso comenzó a reír a carcajadas y Tsukishima se puso incómodo.-

-Claro que no Tsukki, tu eres mi amigo, un niño.-

-¿Y porque no puedes amar a otro niño?.-hablo brusco, El rubio comenzaba a impacientarse y enojarse.

-Mi papá me dijo que no es normal, además dos niños no pueden tener un bebé y yo quiero ser padre.-

-Quiero irme a mi casa.-

-¿Ehh? ¿¡Porque?! Aún no elegimos la película.- Tsukishima se levantó y recogió sus cosas.

-Otro día yamaguchi.- el rubio salió de la habitación dejando a un triste niño bonito atrás.

Préstame atención - TsukiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora