Capitulo 13: Un capitulo en donde no pasa nada

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por elclay

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Todo estaba silencioso. Muy silencioso. Bastante diría yo. ¿Por qué? No lo sé. Nos habíamos quedado en la oficina unas horas extra porque el anterior tipo nos requirió un esfuerzo más grande de lo usual. Así que Millie y yo descansamos en la sala de conferencias. Loona se unió un rato después. Pero nunca entablamos conversación. Es como ese tipo de silencio que es pacifico. Una sinfonía del silencio si lo prefieren. Nadie estaba aburrido y nadie quería romper este silencio. Blitzo estaba hablando con alguien. Se podía escuchar la conversación a través de las paredes por ese preciso silencio. Igual no se podía entender lo que estaba diciendo. Me paré y sobre la pizarra blanca dibujé una caricatura de Blitzo diciendo: "Trabajen hasta que mueran". Millie también se levantó de su silla para dibujar. Pero en vez de dibujar algo simple dibujo como una especie de póster que decía: "Gran Hermano te vigila". Loona dió una pequeña risita y apuntó el teléfono al dibujo. Yo hice la mítica pose del creador de Myspace. Loona sacó la foto y obviamente la posteó a cualquier red social en la que ella está.

Me acerqué a la ventana y miré a la calle de abajo. Hay como este tipo de sentimiento cuando ves lo ajetreada que es la vida de noche. No podría decirte con exactitud que es pero es un sentimiento que me gusta. Ver cómo la gente hace sus vidas normales y pensar cómo son sus vidas en general. Creo que vi a uno de Hazbin Hotel. Pero eso en el infierno es casi imposible con todas estas peleas de bandas es como un lugar bélico allá fuera. Pero eso no impide que la gente siga comprando en los supermercados. No impide que las personas saquen a pasear a su perro. Creo que la gente se acostumbró a eso. Y me gusta. Me gusta ese sentimiento. Millie se acercó y me tomó de la mano mientras veíamos el pentagrama en el cielo. Ella apoyó su cabeza en mi hombro y observamos... En silencio. Mientras todo esto pasaba yo pensaba ¿Porque? ¿Porque tengo la vida que tengo? Porque creo que en el fondo muy, muy, muy en el fondo me gusta este tipo de vida. Siento que estoy en una de esas series de los ochentas que tanto ven los humanos. Aunque mi vida sea un infierno (Porque vivo en el infierno ju ju) todo se resume a los pequeños momentos. Los pequeños momentos que tenemos como grupo. Esos recuerdos son los que duran más. Sobre todo los momentos románticos que tengo con Millie son mágicos honestamente. A veces pienso ¿Cómo me pudo haber elegido... ¡A mi!i? Esa pregunta siempre, como todas las preguntas, evoluciona a una respuesta la cual es: Me eligió a mí. A caballo regalado no se le miran los dientes. Ella me eligió. Eso puede sonar como "Ella me eligió así que ella va a tener que soportar las consecuencias" No, no es algo así.

Este monólogo sobre el silencio se está alargando mucho. Pero no lo sé, me gusta el silencio.

Lentamente saqué la cabeza de Millie de mi hombro y me puse a mirar el reloj. Eran las 9:30. Lo único en lo que pensaba era de como me quería ir a casa. Estaba en medio de este libro super interesante. Se trataba sobre estos dos tipos que deciden buscar el sueño americano en las vegas mientras se meten todo tipo de sustancias ilícitas en el cuerpo. ¿Por qué me gusta tanto? Se preguntarán. Yo que sé. Lo disfruto. No es como que cada vez que me guste algo tenga que hacer un ensayo de 10 páginas de porque me gusta. Solo me gusta pero no puedo encontrar el porqué. Puede que sea por los personajes o por la historia en general. No lo sé. Son las 9:30 y me estoy cansando.

Me volví a sentar en la silla. Loona estaba con su celular y Millie seguía mirando por la ventana.

¿El silencio se va a romper o que pedo? Me preguntaba.

Pero nadie quería. Nadie rompía el silencio. ¿Alguien debería? ¿Es necesario? ¿Por qué habría de romper el silencio? ¿Qué gano con esto? ¿Es esto una metáfora? ¿Es esto una analogía? ¿Estás leyendo esto con voz de vendedor? Esas son preguntas que no encontraron respuesta hoy porque Blitzo entró en la sala diciendo:

-Ya se pueden ir a sus casa-

Y todos les abucheamos porque él había roto el silencio.