sohn youngjae nació un veintidós de diciembre siendo un bebé con la piel extremadamente blanca como la porcelana y con un cabello de un castaño oscuro como el chocolate pero él tenía una característica que llamó la atención de los médicos; eran sus ojos de un triste gris. según el doctor que atendió el parto de la señora sohn, el color gris en los ojos de los recién nacidos era algo completamente normal por las células inmaduras de la melanina pero con el paso de los días o semanas se haría notar el pigmento de las iris, aunque para la sorpresa de todos, a los seis meses los ojos del pequeño empezaron a ser violetas, y vaya que eso fue una alarma hacia la familia que estaban formando los señores sohn, pero así descubrieron que su hijo sufría una mutación genética llamada síndrome de alejandría el cual era un mito para la ciencia. el niño desde muy pequeño fue sometido a miles de investigaciones para saber el origen, la causa y si se podía duplicar aquel gen, y al ser el primer caso en el país o incluso pudo ser el primer caso mundial, no disfrutó su infancia como tal después de tantas investigaciones, y se puede decir que tampoco estaba teniendo una buena adolescencia porque siempre lo miraban como una cosa rara y le decían cosas que no eran para nada de su agrado.
hoy ingresaba a un nuevo instituto y no estaba para nada contento por eso, cada año cambiaba de establecimiento escolar por sentirse rechazado todo el tiempo, así que por lo general no hacía muchos amigos.
cuando entró al edificio que sería su instituto por un año entero todas las miradas se posaron sobre él y a lo lejos podía escuchar como la mayoría de estudiantes murmuraban cosas sobre su persona.
«realmente es él»
«sus ojos son tan preciosos»
«que envidia no ser el centro de atención»
«no deberías acercarte a él, está enfermo»
eso era lo que en la mayoría escuchaba youngjae. él era muy conocido en las noticias o por las redes sociales, más de lo que le gustaría, pero era obvio que medio mundo supiera de sus ojos violetas o de su síndrome, que por esto muchas personas pensaban que estaba enfermo y que era una amenaza para la sociedad, aunque eso era por completo incorrecto.
al encontrar la clase 2B, la cual le indicaba un papel que esa era su aula, entró y tomó asiento en la última fila siendo la única con pupitres aún disponibles los cuales eran para dos, ahora es cuando realmente se había jodido porque sabía que nadie se sentaría con él. soltó un gran suspiro y reposó su cabeza en el mueble de manera tratando de no pensar en lo excluido que se sentía pero justo sintió como alguien se sentaba al lado de él tomándolo por sorpresa, se incorporó en el asiento para ver quien se había sentado era un chico con el cabello negro y hoyuelos.
— soy hwang yunseong ¿tú eres? —se presentó y preguntó con una tenue sonrisa.
¿realmente le estaba preguntando quién era? sabía que el mundo no giraba entorno a él pero era raro que le preguntaran tal cosa.
— youngjae —respondió en un susurro pero fue audible para el menor.
el castaño no recibió otra palabra de aquel chico, sólo un silencio el cual no incomodaba al ojivioleta aunque lo que sí llegó a frustrarle fue la profesora entrando al salón anunciando que la clase iba a empezar.
las primeras clases transcurrieron de lo más tranquilo pero las miradas curiosas e interesadas de los demás estudiantes hacían que el castaño se sintiera observado y controlado, incluso en el largo receso que les daban no podía comer sin sentir más de una mirada encima de él haciendo que pierda el apetito. alejó la bandeja de comida a una cierta distancia y subió su vista para observar bien a todas las personas que se encontraban en la cafetería pero algo hizo que su piel se erizara; un par de ojos. no era la típica mirada que le lanzaban todos desde que había entrado al instituto, esta era como un cuchillo filoso y le estaba cortando la nuca haciendo que sus ojos buscaron aquella extraña mirada pero no encontró nada, tal vez sólo fue su imaginación exagerando la situación.

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eyes ♡ juric
Fanfiction«cuando eres alguien que no ha recibido amor verdadero es tan fácil endulzarte el oído, tan fácil como robarle el dulce a un bebé pero lo que robé no fueron dulces, lo que robé fueron tus ojos de color violeta» ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ © nyukyies ♡ 2021