(7-BL)

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Eran alrededor de la medianoche cuando Piscis terminó de ver su anime, ahora de encontraba vagando por internet en busca de fanfics con su pareja favorita. Estaba tan concentrado que no escuchaba las pisadas del pasillo, o tal vez las escuchó, pero pensó que eran Cáncer y Escorpio cogiendo así que las ignoró.

–¡FBI, open up!–

El de cabello rosa cayó de su cama por el susto que se dio, se asomó para ver quién casi le manda al hospital, y por ahí a su velorio. Tenía cabellos negros y ojos extraños, era su amigo Aries, alguien con quien no hablaba mucho, pero eran una interesante combinación.

–¿Quieres ir a una fiesta?–

Acomodándose, como si la cama fuera suya, se estiró y cerró sus ojos. Sentía que podía dormirse en cualquier momento, envidiaba el hecho de tener la cama más cómoda de toda la casa. Piscis, recordando lo que hacía, veía si había roto alguna parte de su celular o Virgo le recordaría la necesidad del trabajo en su vida.

–¿Ahora?–

–¡Por supuesto!–

–¿Una fiesta donde hay sexo, drogas, alcohol y muchas cosas peligrosas?–

–Sino no sería una fiesta–

–Está bien, supongo–

–Bien, prepárate, te espero abajo–

Y dicho eso se fue. Aún algo desconfiado, Piscis buscó su mejor ropa o al menos una para fiesta. Después de todo, mitad de su armario eran cajas con diferentes cosas dentro y la otra mitad eran peluches. Apenas tenía espacio para ropa, hecho que ocultaba a Virgo por obvias razones, así que solo tenía un poco escondido debajo de su cama.

–Supongo que está bien–

Se puso una polera negra con unas marcas blancas, regalo de Sagitario, y unos jeans algo sueltos cómo le gustaba. Miró su nuevo look por el espejo, pasó su mano por su pelo tirándolo para atrás, al menos debía estar bien presentable.

–Ahora estoy listo–

Se puso algo de perfume y bajó las escaleras, aunque en el medio de eso se encontró con Acuario quien estaba haciendo cosas "legales" en la puerta de Libra.

–¿Tú que haces bien vestido?–

Capricornio salía de la cocina con un vaso de jugo de manzana, tenía el pelo hecho un desastre y sentía olor a sudor de él. Se preguntaba que estaba haciendo en la cocina para estar en ese estado, aún mas sabiendo que es la cocina, territorio de Tauro y que pocas veces dejaba sin vigilancia.

–¿Pasa algo, Capri?–

Hablando del rey de Roma, el castaño oscuro salió detrás suya en peor estado que el chico bajo. Aunque su sorpresa se amplió al escuchar la voz de Virgo llamándolos, sentía que había visto lo que no debía. Tendría que tener una charla de psicólogo con Acuario o Cáncer, sino tendría pesadillas con esa escena.

–¿Por qué te tardaste mucho?–

Aries estaba listo, llevaba una camisa de cuadros y unos jeans ajustados, le esperaba fuera de la puerta.

–Creo que he visto el paraíso secreto de la cocina–

–¿Estás bien?–

Viendo que el chico de pelo rosa tardaba en responderle, le tomó de la mano para guiarlo por las oscuras calles de la ciudad. Piscis miraba el cielo, le parecían muy bonitas las estrellas, y de vez en cuando observaba su alrededor en caso de que se pierda. Pronto llegaron a una casa, en la cual, luces salían de todas partes y podía escuchar los parlantes a todo volumen. Por instinto se tapó los oídos como pudo, uno con su mano libre mientras que la otra con su hombro.

Al entrar, muchos chicos se les acercaron a saludar a Aries. Cuando vieron a Piscis, algunos, le hicieron una pequeña burla sobre el color de su pelo y lo "marica" que se veía así. No queriendo arruinar la fiesta a su amigo, fue a un rincón donde apenas llegaba la música y se sentó allí a seguir con sus fanfics. Pero un vaso con jugo se posó delante suya, al elevar la mirada, vio a Aries extendiéndosela.

–¿Qué tal la fiesta?–

–Bien, como siempre–

–Ya se, ¿Quieres jugar a algo interesante?–

–¿Qué cosa?–

–El se emborracha primero...tendrá que hacer lo que el ganado quiera–

–Acepto–

Piscis maldecía que se le hubiera pegado la manía de su familiar, algún día terminaría perdiendo un dedo o alguna extremidad por todas las apuestas en las que se metió.

Eran las 2 am, la fiesta todavía continuaba y los dos chicos estaban en una mesa tomando botellas de alcohol.

–Entoolncues Vancer detuvo a Géminis que se arrojaba por la venta–

Esa fue el final de la extraña anécdota, pero si algo podía decir Aries, era que el chico la contó completamente borracho. Más por las partes en las que se quedaba como dormido y se golpeaba contra la mesa, haciendo que se levante de golpe y siga.

–Ven, vamos a casa pequeño borracho–

–Nol esto borracho Ariesis–

–Ni siquiera puedes decir mí nombre–

Ambos fueron de vuelta a la casa, Piscis por el camino cantaba como si estuviera desdichado. Algunos borrachos que pasaban por allí le acompañaban en el canto, Aries llevaría una cámara en la próxima fiesta que salieran, el de pelo rosa borracho era una joya a apreciar.

No sentía ningún sonido de la casa, lo cual era raro teniendo en cuenta que Virgo se quedan haciendo sus cosas y Géminis hablaba consigo o con la tele. Aprovechó a subir como pudo con el chico dormido en su espalda, subió las escaleras como pudo, casi se cayó algunas veces, pero logró llegar al cuarto de Piscis. Lo acomodó en su cama y le sacó la polera para que pudiera dormir más cómodo.

Aries se sonrojó al darse de cuenta que el chico estaba desnudo, claro era una polera, podía ver sus pectorales levemente formados. Seguro el entrenamiento con Capricornio estaba dando sus frutos.

–Concéntrate Aries, tienes cosas más importantes en las que pensar, como por ejemplo en tu crush dormido–

Tomando aire y tranquilizándose, caminó hacia la puerta como podía, ya que los efectos de beber le estaban haciendo efecto, pero fue detenido por la mano del de pelo rosa. Este lo tiró a su cama, Aries se sentía violado, Piscis abrazó al chico y se quedó dormido otra vez.

–Un día de estos me muero–

Cortos Relatos Del Carnero Y El Pez (Aries x Piscis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora