(10-H)

186 12 1
                                    

La lluvia caía fuera de los departamentos, parecía que ese día no podrían salir como había planeado. Aunque a la chica de cabello rosa no le disgustarle, le agradaba más la idea de quedarse viendo una película o leyendo algún libro acompañado de una buena taza de té.

Al levantarse, acomodó su cabello todo desarreglado e impresentable. Aunque el chico de cabellos negros le acarició la cabeza. Había pasado un mes desde que los dos se habían mudado a un piso, decidieron que era la forma más fácil mientras estudiaban y pasaban más tiempo de calidad como pareja.

—Tu pelo está todo desparramado, Aries—se rio extrañamente la chica

—Pues, más bello que el tuyo está—

—Uy, pensé que acepté la confesión del tímido Aries, no del guapo de Leo—

—¿Acaso ya no soy guapo? —

—Los años te están cobrando tu sensualidad—

—Solo tengo 18, todavía tenemos toda una vida—

Aries se agachó levemente y le dio un leve beso a su novia, eran casi de la misma altura, pero el chico, por cuestiones de comodidad, prefería bajar un poco la cabeza.

Piscis se fue a tirar al sofá, ya que el chico iba darse un baño mañanero para poder espabilar y no bañarse en toda la tarde. Encendió la televisión, no había algún programa que calmara su aburrimiento y sacara todo su sueño. Cerró los ojos con la intención de dejarlos descansar, sin embargo, cuando los volvió a abrir eran las doce del mediodía. Se había dormido unas cuatro horas. Estaba tapada con una manta, sentía el frío por la lluvia que parecía más fuerte que cuando se despertó.

—Quiero volver a dormir, otra vez—soltó un bostezo antes de volver a acomodarse

—Oh no, usted se queda dormida niña—

Aries apareció con dos tazas con chocolate caliente, parece que se había salteado el desayuno por su cara de "Por favor, denme comida".

—¿Por qué la cara de muerto de hambre?—Piscis tomó una de las tazas

—Estuve esperando a que te levantes, agradece que hoy me levanté de buen humor—

—Ya me parecía extraño, siempre que me despertaba tarde siempre tenía que ir comprar helado—la chica dio un sorbo—Que rico cocinas—

—Lo aprendí de mi madre—su tono era de orgullo

—Aunque, no se si es cocinar hacer chocolate caliente—

—Por cierto, mi madre nos dejó comida ¿Quieres probarla?—

—¿Qué hizo?—

—A mí—

El chico se abrió la camisa y puso una sonrisa pícara. Piscis solo soltó un suspiro y siguió disfrutando de su bebida, luego tendría tiempo de divertirse con su novio.

—Prefiero quedarme con esto—

—Venga, ve esta deliciosa bien hecha—

—Nada es más delicioso que mi chocolate caliente—

—Y si me derramo chocolate, ¿Me comerías?—

—¿Por qué tienes tantas ganas, señor calenturiento?—

—Nada, solo estaba viendo si seguías teniendo interés en mi—

La de cabello rosa abrió la boca en forma de "O", recordó el día anterior, fue como si se le iluminara la mente. Ese día, los profesores le habían colocado hacer una búsqueda de información por la ciudad sobre la historia del lugar. Su compañero era Cáncer, era un poco tímido, y seguro estaba intimidado por mirada de muerte de Aries, así estuvieron llegando a escenas en la que parecían pareja. Al final del día, se dieron sus números de teléfono, aunque para eso Piscis soltó el típico "Si tu número de teléfono fuera la suma del dinero que encuentras en un maletín, ¿Cuál sería el número?".

Aries sabía todo eso porque estuvo presente en su recorrido, fue invitado por Piscis y aceptó pensando que sería una cita. Además, toda esa noche se la había pasado hablando con el chico y no prestándole atención.

—Venga mi pequeño Tinkerbell, no morirás por una noche donde no te preste atención—se abrazó al chico con cuidado—Hoy tenemos toda la tarde para pasarla juntos—

—¿Maratón de películas de terror?—

—Acepto—

Cortos Relatos Del Carnero Y El Pez (Aries x Piscis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora