"Kageyama Tobio
Estoy muy nerviosa, no te diré por qué, pero si te pediré que me desees suerte, porque la necesitaré.Espero tengas un buen día hoy, escuché por ahí que harás algo diferente, suerte con ello.
Te veré por los pasillos.
Atte: Kaze."
—Es aterrador ver como sonríes al leer las cartas, pareces un asesino.
—Solamente estás celoso porque alguien me deja cartas y a ti no.
Hinata murmuró una corta respuesta de forma molesta, pues Kageyama tenía razón, estaba algo celoso, creía fielmente que merecía recibir cartas incluso más que Kageyama, él ni siquiera era amable con las personas y siempre lucia molesto, nada de eso tenía sentido para él.
—Solo vámonos, el partido de las chicas está por comenzar.
Kageyama asintió y de forma cuidadosa guardó el sobre blanco en su mochila, llegando a su casa lo guardaría en la caja de madera donde descansaban las demás cartas. Con Hinata al lado ambos caminaron en dirección del campo de béisbol, donde a lo lejos se podían observar a las chicas del Karasuno vistiendo sus pantalones negros con detalles naranjas a los costados, no fue hasta que estuvieron en las gradas que Kageyama logró ubicar a Haruno. Su llamativa cabellera blanca era cubierta por una gorra negra, al igual que las demás portaba los pantalones negro con franjas naranjas a los costados, llevaba una camisa de manga larga color blanco y sobre esta la camisola de béisbol color negro con detalles naranjas, tales como el en nombre de la institución y su número de jugador, el cual era el 6.
Kageyama debía admitir que el uniforme de béisbol era demasiado genial, e intuía que ni siquiera era el oficial, pues al tratarse de un juego de practica seguramente portaban su uniforme para jugar en casa, como solía decirse en términos de béisbol.
Aun así, no podía negar que Haruno lucia demasiado bien en dicho uniforme, desde las gradas podía ver como se estiraba y platicaba con Nishimiya, la cual se encontraba fajando su camisola.
—¡Ahí está Haruno-San y Nishimiya-San! —Gritó Hinata con emoción. —Sus uniformes son geniales, creo que el naranja combina mejor con el negro.
—Deben ser más calurosos, a comparación de nosotros ellas juegan bajo el sol. —Reflexionó Kageyama.
—Tienes razón, deben de tener una increíble resistencia física, aunque en realidad creo que es bastante equilibrado, pues si son de ofensiva no todos los jugadores llegan a estar al mismo tiempo en el campo.
—¿Crees que sea más pesado que jugar voleibol?
—No lo sé, jugué un poco béisbol pero no aguante más de dos partidos, es agotador.
—Que débil. —Murmuró Kageyama.
Hinata estuvo por replicar en su contra cuando sus ojos captaron como sus dos nuevas amigas se acercaban a ellos, Nishimiya jalaba de la muñeca a Haruno, quien parecía negarse a avanzar.
—¡Hola chicos! Es bueno verlos aquí. —Exclamó la castaña.
—¡Estamos realmente ansiosos! ¿Cuando llegará el equipo contrario?
—No deben tardar.
—Hace mucho que no veo un juego de béisbol, no recordaba lo que era estar bajo el sol.
Nishimiya rio. —Con el tiempo te acostumbras, aun así Ka- Haruno sufre más por su paliducha piel.
Nishimiya sonrió nerviosa, estuvo apunto de cometer un error pero parecía que ninguno de los dos chicos lo había notado, pues Hinata asentía de forma comprensiva y Kageyama observaba a Haruno.
—¿Estás nerviosa? —Preguntó con curiosidad Kageyama al ver cómo Haruno jugaba con el césped bajo sus pies.
—¿Eh? Oh no, solamente estoy... estoy normal creo.
Esa respuesta confundió a ambos chicos, Nishimiya solamente ahogó una risa.
—No le hagan caso, así se pone siempre que habrá juego. —Mintió con facilidad, salvando a la albina.
Hinata asintió satisfecho con la respuesta, en cambio Kageyama observó a Haruno por unos cuantos segundos más, poniéndola aún más nerviosa.
Kazeki carraspeó un poco para después hablar. —Estoy bien, solamente deseo vencer a este equipo aunque sea un juego de práctica, nos han hecho perder varias veces, es algo frustrante.
Finalmente Kageyama asintió satisfecho. —Comprendo el sentimiento, en este torneo venceremos al Aoba e iremos a las nacionales.
—¡Sí! ¡Venceremos al gran rey y a Japan! —Exclamó decidido el peli naranja.
Por alguna razón inexplicable Haruno supo a quienes se referían y sonrió un poco al recordar a Oikawa, ese tipo tan infantil y egocéntrico del cual se había hecho buena amiga.
El bullicio del equipo contrario llegando al campo fue lo que interrumpió la conversación de los chicos de primero, de inmediato el ceño de Kazeki se frunció en una mueca de molestia.
—Tenemos que irnos, el juego está por comenzar. —Nishimiya también observaba a las recién llegadas con claras señales de disgusto.
—Disfruten del juego, les dedicaré un home run. —Exclamó Kazeki con la vista fija en el equipo contrario, una sonrisa torcida se mostraba en sus labios.
Kageyama sonrió ante la palpable decisión de la albina frente a él, lo diría una y un millón de veces, Haruno llamaba su atención y le hacía sentir que la conocía de algún sitio.
—Lo estaremos esperando, buena suerte.
Haruno observó sorprendida al peli negro, quien al igual que ella segundos atrás sonreía de forma torcida con un brillo en los ojos, la chica volvió a sonreír y tras asentir a ambos chicos se dirigió al campo de juego con Nishimiya a su lado.
Quizá al principio se sentía nerviosa al ser observada por Kageyama Tobio, sin embargo, ahora lo único que sentía en su interior era una llama de decisión que la llenaba de energía, planeaba ganar ese juego y demostrarle a Kageyama todo lo que se había esforzado.
Tenía un home run que dedicar.
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𝒦𝒶𝓏𝑒𝓀𝒾 • 𝒦𝒶𝑔𝑒𝓎𝒶𝓂𝒶 𝒯𝑜𝒷𝒾𝑜
Fanfiction──────風の季節 ❜ ❝No importaba en que estación del año estuvieran, Haruno siempre se encontraría corriendo entre el viento si de Kageyama Tobio se trataba.❞