Harry Potter y el precio de ser noble

Capítulo 29

Lord Voldemort vagó por la casa vacía que se había convertido en su refugio de escape. Era la casa olvidada de Evan Rosier. Había sido el último de su línea cuando cayó luchando contra los Aurores. Con la casa ubicada en un lugar remoto, nadie había estado interesado en ella y poco a poco se fue olvidando de la mente de las personas. De ninguna manera era tan lujoso como Malfoy Manor, pero aún era mejor que el bosque de Albania o el decrépito Riddle Manor. Después de que el Señor Oscuro verificara que no había trampas ocultas o hechizos de detección en la propiedad, conjuró una silla grande y se acomodó en sus suaves cojines mientras consideraba lo que tenía que hacer.

" Sirvientes ", pensó mientras miraba alrededor del deterioro de la casa. " Necesito a alguien que limpie y cocine", aunque Voldemort podía conjurar casi cualquier otra cosa, incluida el agua; la comida fue la principal excepción. Cualquier posibilidad de que él mancillara sus propias manos en tareas tan serviles ni siquiera se le cruzó por la mente.

" Tengo suficiente comida para varios días," Voldemort había extraído mágicamente una gran cantidad de comida de la mansión Malfoy cuando se fue. Por ahora transfiguraría y calentaría esa comida, pero necesitaría sirvientes muy pronto.

Su mente vagó hacia su mayor problema. " Lucius, ¿qué fue de ti? ¿Me traicionaste o te capturaron?" Todavía no había escuchado nada de Narcissa, pero entendía que hasta que supiera lo que había sido de Malfoy, no podía arriesgarse a llamar a sus Mortífagos nuevamente. " Debo ser más fuerte antes de enfrentarme a los Aurores."

El asiento que Voldemort había conjurado era más un trono que una silla. Más grandiosa que la silla que había usado en Malfoy Manor, de hecho era muy similar a la silla que Albus Dumbledore usaba en el Gran Salón de Hogwarts. Cuando se acomodó en él, abrió el Profeta que había adquirido al convocar y matar a un búho repartidor que pasaba. La furia tranquila se apoderó del Señor Oscuro mientras leía los titulares. Sus planes para que su resurrección ocurriera desconocidos para el mundo mágico estaban en ruinas. A Voldemort no le importaba el tema de Sirius Black, excepto que significaría que los Aurores que ahora lo buscaban podrían ser usados ​​contra el Señor Oscuro, haciendo que su ascenso al poder fuera más difícil. El titular final sobre el Niño-Que-Vivió con una imagen de Harry Potter hizo que Voldemort se detuviera. Visualizó la noche anterior, del niño que yacía muerto por haber sido golpeado por la maldición asesina solo para volver a ponerse de pie y luchar segundos después. Mientras se sentaba allí y miraba la foto del niño, supo lo que tenía que hacer antes que nada. ""Tengo que saber sobre la Profecía" , pensó. " Debe haber más, algo que es muy importante", Severus le había dicho hace muchos años que había sido Trelawney quien le había hecho la Profecía a Dumbledore, pero ella no podía. "No estar conmovida ya que ella nunca salió de Hogwarts." Un pensamiento de una conversación de hace mucho tiempo surgió. Uno de sus seguidores y espías más dotados había descrito las diversas cosas que sucedieron en el Departamento de Misterios en el Ministerio.

"... y en otra habitación, hay estantes y estantes de todas las profecías verdaderas jamás hechas", había dicho Augustus Rookwood. "Orbes azules ..."

Voldemort no había estado realmente interesado en ese momento. Creía que todo lo que tenía que hacer era matar a los dos bebés a los que podría haberse referido la profecía para poner fin a cualquier amenaza que pudieran representar, pero ese no había sido el caso. " Desafortunadamente, Rookwood todavía está en Azkaban y todavía no soy lo suficientemente fuerte para liberarlo a él oa mis otros sirvientes leales".

El Señor Oscuro continuó contemplando sus planes y lo mal que habían ido las cosas la noche anterior después de un año de planificación y ejecución. " No es más que un pequeño revés" , pensó. "Soy inmortal y tengo todo el tiempo del mundo. Puede que tarde más de lo esperado, pero algún día el mundo se arrodillará a mis pies", finalmente Voldemort se levantó de este trono y sacó su varita mientras comenzaba a pensar en las barreras que se desplegaría alrededor de la casa y la propiedad.