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Un enojado JungWoo de 7 añitos llegó al parque con el ceño muy fruncido y sus manitas en puños, su mamá le señaló hacia el área de arena donde sus amiguitos estaban haciendo castillos, la miró aún enojado y caminó hacia ellos para mostrarles también lo enojado que estaba, lanzó su cubo, sus palitas, moldes para hacer formas y se sentó junto a Chittaphon cruzando los brazos.
Para su fastidio nadie le prestó atención, tanto Ten como DongHyuck continuaron construyendo sus obras arquitectónicas, las cuales hacían temblar al mismísimo Miguel Ángel.
—Mis padres no quieren dejarme adoptar a un gatito —refunfuñó —se creen que aún soy un niño, ya tengo 7 años, puedo cuidar a un gatito.
—¿No es obvio? —contestó Chittaphon poniéndole piedrecitas a su castillo.
—Súper obvio —lo apoyó DongHyuck.
—¿Qué es obvio?
—No se trata de tu edad —explicó Ten —sino de las apariencias, así son todos los padres, quieren que te gradúes, consigas un título universitario, un trabajo, que te cases y luego tengas hijos.
—Pero ya me gradué del Kinder y tengo un título de "Chico Valiente", me lo dio el odontólogo.
—Entonces te falta una pareja —tanto Ten como DongHyuck lo miraron con una sonrisa, Hyuck con media sonrisa porque había perdido dos dientes de abajo —no te preocupes, déjanos esa parte a nosotros, te encontraremos al esposo ideal.
La última vez que sus amigos lo ayudaron con un problema había terminado con un chicle en la ceja y tuvo que ir a clases con una ceja menos, incluso las maestras no podían evitar reírse de él, no tenía un buen presentimiento, pero se dejó llevar, quería muchísimo adoptar a ese gatito.
El grandioso plan eran unas audiciones para conseguir novio, acordaron el lugar, el patio de la casa de JungWoo, hicieron un panfleto, el cual fue corregido por el papá de Ten, lo repartieron por el vecindario y en la escuela, hicieron una lista de los participantes y finalmente estuvieron listos para hacer las audiciones un sábado en la tarde.