73.

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Capítulo 73.

Nunca había visto el hogar de Niall—y mi hogar ahora.—con tantas personas. Todos están muy felices por nosotros. Andy y Edward se unen a la celebración por nuestra victoria.

Todo es risas y alegría. Y aunque en el fondo de mi corazón siento que un gran peso me he quitado de los hombros, no puedo evitar pensar que esto no terminará aquí. No me siento completamente segura, Sara está loca, ella realmente no está pensando y temo que pueda hacer algo que nos cause daño tanto a Niall como a mi.

Mientras me encuentro en el círculo al medio de la sala con todos alzando sus copas brindando, niall me queda mirando. Él me conoce, él sabe lo que estoy pensando.

Poco a poco después del brindis el círculo se deshace, todos comienzan hablar. Andy intenta integrarme en su conversación, pero Niall le pide un momento de privacidad conmigo, a lo que su jefe asiente.

Niall sin preguntarme nada toma mi mano y me guía por el pasillo hasta su habitación. Una vez en ésta, él me abraza. Sus fuertes brazos rodean mi cintura mientras que mis brazos rodean su cuello.

-Dime que estás bien.—Susurra. Yo sonrío.

-Estoy bien, todo estará bien desde hoy.

-Connie, te conozco tanto que sé que no piensas así.

Suspiro al escucharlo.

-Solo es mi mente que no se siente tranquila ¿Está bien?, con el pasar de los días todo volverá hacer como antes, ya no existiran preocupaciones.—le digo con la leve esperanza de que me crea, pero el continúa mirándome dudoso.

-Quiero decirte lo mismo.—musita.—Pero sabes que yo tengo la misma preocupación que tú. Mientras viajábamos en el auto, me puse a pensar que nada es seguro a nuestro alrededor.

-Lo sé.

-Has ganado esta demanda Connie, le has ganado a personas poderosas. En este mismo momento son el hazme reír, deben estar perdiendo miles de clientes por culpa de Sara y los errores que cometió.

-Esas palabras no me ayudan a sentirme mejor.—Digo y el aferra más sus brazos en mi cintura.

-Solo intento decir que mi preocupación en este momento eres tú. No quiero que salgas de casa, al menos por unos días, pero sé que no puedo pedirte eso, porque tienes una vida que continuar, tus clases...—dice con desesperación.

-Siento la misma preocupación por ti. Cuando Sara me habló afuera de la Universidad, fue clara en decirme que quería hacerte daño a ti, que quería que tú pagarás por todo lo que supuestamente le habías echo.—digo mientras siento el pánico apoderarse de todo mi ser.—Niall, mi amor, no puedo ni siquiera pensar en algo así. Si alguien te hace daño, yo me muero.

-Oye, mírame.—me pide y se aleja un poco para tomar mi rostro entre sus manos.—Nada me pasará. Ella puede decir muchas cosas, pero es cobarde. ¿Viste su rostro hoy?, estaba aterrada, jamás hará nada contra mí.

-Quiero creer que será así.—Digo y él me sonríe un poco.

-Será así.—Asegura para luego darme un beso en los labios.—Te amo, te amo demasiado.

-Yo te amo tanto a ti niall.—sollozo y él vuelve abrazarme.

-Todo estará bien.

Minutos más tarde volvemos con el resto. Todos continúan muy animados y con ganas de continuar festejando, pero Andy nos ve y nota inmediatamente que la fiesta se terminó.

Sutilmente él les pide a los demás que es tiempo de marcharse, que debemos descansar porque ha sido un día muy agotador.

Él es el último es despedirse de nosotros.

-No va a pasar nada connie.—Me dice Andy.—Yo también estoy pensando en las consecuencias, pero sabes algo, cualquier cosa que llegara a pasar, sabremos inmediatamente de donde viene, y jamás, escuchame bien, jamás lo harán, su reputación está prácticamente en el suelo, y lo que querrán hacer ahora es cambiar eso, jamás le echaran más leña al fuego, te lo aseguro.

-¿Y si Sara hace algo por su cuenta?.—Pregunto, a lo que él me responde:

-No hará nada, es solo una muchachita con falta de atención. No debes preocuparte por ella.—Me pide y yo asiento.

-Dejaré a Andy en la puerta.—me dice niall.—ve a descansar.

Vuelvo a la habitación agradecida por el silencio. Lo único que me saco son los tacones, ya que mis pies ya duelen demasiado, después de eso, me acuesto boca abajo incapaz de moverme un centímetro.

Me permito cerrar los ojos por algunos minutos mientras espero que Niall se una a mi. Pero al parece, aquellos minutos se hacen más largos, al final termino quedándome dormida.

(...)

Cuando despierto, una suave manta me cubre hasta los hombros. Niall, pienso y sonrío.

Mi cuerpo está en posición fetal, por lo que al estirar mis brazos y piernas siento cada musculo de mi cuerpo rígido.

-¿Niall?.—Lo llamo cuando no noto su presencia.

-Estoy aquí.—Responde él inmediatamente a mi llamado.

Lentamente me volteo y lo veo sentado a los pies de la cama con su portátil abierto.

-¿Qué hora es?.—Pregunto un poco desorientada.

-Las tres de la tarde.—me informa cerrando el portátil y dejándolo sobre el pequeño escritorio.

-¿De verdad?¿Tanto dormí?.—Él sonríe.

-Sí. Casi tres horas.—me cuenta.

-Debiste despertarme.—digo un poco triste por haber perdido tanto tiempo que podría haber aprovechando con él.

Niall vuelve a sonreír mientras gatea hasta mi lado y se mete bajo la manta. Mis brazos rodean su cintura y mi mejilla se apoya en su pecho.

-Dormías tan plácidamente que se me hizo imposible despertarte. Eres preciosa cuando duermes.

Me rio por eso.

-Lo dices porque me amas, estoy segura que hasta debo babear.—Las palabras se me escapan de los labios, niall se ríe a carcajadas.

-Nunca te he visto así, pero cuando lo haga, te tomaré una fotografía.—bromea. Creo que bromea.

-Mientras no la subas a tus redes sociales, no me importa.—musito y beso bajo su cuello.—Aún no te haz cambiado de ropa.

-Tenía mucha pereza, además que, estaba esperándote a ti.

-¿A mi?.

-Sí. Habíamos quedado en celebrar si ganabas.—Ahora quien se ríe soy yo.

-Si, lo recuerdo.

-¿Entonces...?.

-Creo que deberíamos comer algo antes.—Bromeo.

-Quiero comerte a ti.—Dice así sin más.—Desde que te vi con esta ropa esta mañana que quise quitartela.

-¿Tan mal me veía?.—Él se ríe.

-Me refiero a que te ves extremadamente sexy.

-vaya, vas directo al grano.

-Uhmmm, no quiero que tengas que descifrar lo que estoy diciendo.—Me dice y sonríe.

-Entonces ven aquí.—Susurro.—No perdamos el tiempo.

Mis palabras son una invitación para él.

Mientras nos quitamos la ropa, nos reímos, nos reímos un montón. Niall alegra mi corazón, alegra mi existencia, me hace sentir amaba, especial, y sobre todo, la mujer las afortunada por tenerlo a él.

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UNA GRAN MENTIRA - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora