Capítulo 4, Dragón

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Estaba enfrente mío, mi salvador. Le mire pero él no me miraba, su mirada estaba perdida en el horizonte. Era más atractivo de lo que había imaginado.

Me fijé en su rostro, una mirada desafiante cargada de odio, ojos oscuros y penetrantes en los que te perdías, labios carnosos y rosados, pómulos sin imperfecciones. ¿Quién sería? Es lo único que me rondaba por la cabeza en ese momento.

De repente me miró, pasó su mano por mi mejilla y se dispuso a marcharse.

-Espera, ¿Quién eres? ¿Por qué me salvaste?- Pregunté.

-Eso lo sabrás a su debido tiempo, pero de momento me puedes llamar  Yi  Fan. ¿Por qué te salve? Fácil respuesta, pero tampoco te lo diré. Debo irme, nos vemos enano- Me dijó.

Me empecé a cabrear, asique cogí la pistola, se la puse en la espalda y le susurré al oído –Gigantón, o me dices por qué me salvaste o te pego un tiro aquí y ahora-

 Era como si el otro Lay, el Lay perteneciente a la mafia hubiese salido a la luz. Kai me enseño a “sacar” al Lay ambicioso y peligroso que había en mi. 

Vale pausa temporal, os estaréis preguntando ¿pero qué mierdas hiciste Lay? Eso no pega contigo ¿No? Todo tiene su explicación. Antes de ser recadero digamos que me gané bastantes enemigos y de vez en cuando venían a por mí, asique pensé que a  Yi Fan le habían contratado. No me matéis.  Ahora prosigamos con aquel día.

-Vaya y yo que pensaba que eras un tierno e inocente chico, parece que me equivoqué ¿Perteneces a algún grupo chaval?-  Me dijo mientras se daba la vuelta, apartaba la pistola con violencia y me agarraba de la cintura.

-P-pero quien te crees que eres, primero de chaval nada debemos tener más o menos la misma edad y segundo s-suéltame- Le dije.

En ese momento estaba más rojo que un tomate, mi salvador era un estúpido gigante, otro como Chanyeol. Por cierto ahora que lo pienso, nunca os he dicho como se llama la mafia a la que pertenezco…bueno ya os lo diré más tarde.

-Sí, pertenezco a un grupo cuyo nombre no te voy a decir- susurré.

Él mostro su sonrisa y se acercó a mis labios casi rozándolos, su agarre cada vez era más fuerte y mi deseo por besarlo se incrementaba  –Bésame ya- pensaba.  Pero no fue así, cuando cerré los ojos, él desapareció.

-Yi Fan, ¿qué me has hecho?- Pronuncié mientras me pasaba la mano por los labios. Algo me hizo volver a la realidad, más bien alguien,  alguien gritando…Chanyeol.

Corrí hacia donde había escuchado la voz, y le vi. Chanyeol solo en una esquina lleno de sangre.

-Lay ¿Dónde estás? Te necesito conmigo…Lay- Susurraba.

-Channie, estoy aquí, no te duermas, resiste- Le decía mientras le acunaba en mis brazos. Tenía un balazo en el hombro, no le dio en un punto vital pero estaba perdiendo mucha sangre. Asique le cogí por los hombros, le apoyé sobre mí, le lleve al coche y me dirigí a casa.

-Luhan, ven aquí ya, necesito ayuda con el grandullón- Luhan agarró a Chanyeol y le acompañó al baño.

Baekhyun mientras tanto estaba pálido como un papel -Chanyeol- decía entre sollozos.

Ya en el baño me dispuse a desnudar a Chanyeol, bañarle y curarle. Después le llevé a su habitación y le acosté.

-Lo siento, debí haberte ayudado, nunca más te dejaré solo Channie- Le decía mientras lloraba encima suya.

20 de Octubre, el comienzo de todo. Yi Fan, el causante de todos mis males estuvo a punto de besarme ¿Por qué no lo hizo? Solo él puede saberlo. Mi compañero Chanyeol resultó herido, todos estábamos derrotados, pero el más afectado era Baekhyun.

 Mientras tanto yo me hice una promesa a mí mismo: “Mataré a cualquier Tigre Blanco que se cruce en mi camino, vengaré a Chanyeol a toda costa”

Cross the soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora