Valentine's Click Jikook|Kookmin [Especial San Valentín]

- Capítulo 8 -

Luego de dos horas, ya sé encontraban los siete chicos en la playa, para su suerte, la lluvia había parado y el cielo estaba despejado, Jimin y Jungkook no se habían dirigido la palabra en todo el viaje, mucho menos una vez que llegaron, ya que inmediatamente los amigos del rubio lo sacaron a bailar, mientras que los del pelinegro y él inclusive, se habían acercado, a lo que parecía ser una barra de bebidas

— Sabes Kook, yo lo sacaría a bailar, y dejaría esa chiquilinada de dirigirse miradas y sonrisas nomás — Jungkook lo miro y decidió hacerle caso, además, quería intentar lograr algo más con aquel chico, no importa que tan apresurado sea, él lo quería así.


Desde el momento donde el rubio se había separado de sus amigos para bailar, entre Jungkook y él no paraban de  dirigirse miradas y sonrisas, el mundo a su alrededor se había esfumado, el pelinegro observaba cada detalle y movimiento de baile que el rubio realizaba, muy dentro de él, sentía que le estaba dedicando el baile.
Haciéndole caso a su mejor amigo, se acercó a Jimin, y al ritmo de la canción, empezaron a bailar en conjunto, el rubio dándole la espalda a Jungkook, delineando sus caderas sugerentemente, el pulso del menor se aceleró, en cuanto Jimin dirigió las manos del pelinegro a su cintura  y las propias al cuello del alto, Jungkook sin medir el lugar donde estaban, manejado por el momento, movió sus manos desde la espalda baja de Jimin, subiendo por su columna, era un toque sútil, que se dirigió hasta la nunca de su compañero, el mismo que se pegó aún más a su pecho, frotándose de manera sensual y agraciada, siempre acompañando el ritmo, un creciente bulto se hizo presente, agradecían la escasa luz que brindaba una fogata cercana y la luz de la luna, de lo  contrario, no sabrían que ocurriría.
Jimin ocultó su su rostro en el hueco del cuello ajeno, lo sucedido hace sólo unas horas, habían dejado estragos en el mayor, y guiado por la tentación, comenzó a dejar besos húmedos en el cuello del alto, algunas leves mordidas midiendo la fuerza, Jungkook gimio tirando su cuello hacia atrás, brindando mayor espacio al otro.
Jimin se separó sólo un poco para ver al menor.

—Por favor Kook, Bésame, Bésame — susurró cerca de la boca ajena, sin embargo, sólo quedaron mirándose, con el corazón agitado, no importaba que se conocieron en el día, se sentía correcto, y deseado, pero había algo más que sólo deseo, no sabrían explicarlo, sólo ellos lo entendían

—Jimin —
—Jungkook —

Y no necesitaron nada más, para por fin estampar sus labios, y terminar, lo que horas atrás, apenas había empezado, con una necesidad carnal que los estaba matando. Sus labios moviéndose sincronizados, ladraron sus cabezas con intención de sentir aún más, en su primera vez, en algún momento ambas lenguas salieron al encuentro, logrando ahogar un suspiro de ambas partes, los dedos de Jimin enredandose en el cabello de Jungkook y este apretando aún más el cuerpo del rubio al suyo, sin soltarse ni dejarse de besar, el alto arrastro sus cuerpos alejados del montón de gente, y como si lo hubiese planeado, una gran roca se encontraba a sus espaldas, no tardó en apoyar casi sentar al rubio sobre esta, sin despegarse y acomodandose entre sus piernas,
Notando como el mayor se tensaba