gone; Draco Malfoy |Traducción|

14

T/n POV

Cuando desperté, los ojos de Draco ya estaban sobre mí.

-Buenos días Whitmoore —sonrió mientras me quitaba el cabello de la cara.

Su brazo todavía estaba alrededor de mí, mientras mi cabeza todavía estaba relajada sobre su pecho.

Entonces, me acordé de todo lo que había sucedido la noche anterior, y mi sonrisa se desvaneció.

-Draco... Tengo miedo.

Sus ojos me miraron preocupados y luego me dijo -no volverá a acercarse a ti, me encargare de eso.

-G-gracias de nuevo por detenerlo anoche... Ni siquiera quiero pensar en lo que habría pasado si no hubieras aparecido. –Confesé mirando fijamente sus brillantes ojos.

Cerró los ojos por un momento, los volvió a abrir y dijo: -sabía que algo estaba mal. Nunca permitiría que ningún hombre lastimara a una mujer.

"Especialmente tú."

Me sonrojé con esa última parte y miré el reloj.

-¡Llegamos tarde a clases! ¡Draco, tenemos que irnos! –Exclamé, bajándome de la cama apresuradamente.

-No te vayas. –Suplicó Draco desde la cama.

Volteé mi cabeza para mirarlo y cedí.

-Bien, pero no podemos quedarnos aquí todo el día.

DRACO POV

T/n volvió a su dormitorio para vestirse y cuando los dos estábamos listos, nos reunimos en la sala común.

Han pasado dos noches desde la última vez que vi las pesadillas.

Durante las últimas dos noches, ella ha estado conmigo.

Cuando estoy con ella, todo parecía desaparecer.

Pero no estoy seguro de por qué me sentí en paz solo con T/n.

-¿Listo? –pregunté y ella asintió en respuesta antes de tomar su mano y llevármela fuera de la sala común.

-¿A dónde vamos? –Se rió mientras corríamos juntos por los pasillos.

-Bueno, si te digo arruinaría la sorpresa, ¿No? –Sonreí, volviendo a mirarla.

Después de unos minutos de correr por los pasillos, llegamos a una puerta que daba al exterior del castillo.

Bajamos una colina y vimos el gran jardín. Tenía muchos setos altos llenos de flores y un hermoso sauce hacia atrás

Cuando llegamos al árbol, le dije: -Llegamos.

Ella parecía un poco confundida. Pero sonrió y se sentó, apoyándose en él.

-¿Siempre vienes aquí? –preguntó ella, sonriendo mientras me sentaba a su lado.

-Suelo venir cuando estoy estresado, me relaja. –Le respondí.

Nunca había mostrado a nadie mi lugar especial antes.

Cuando recibía búhos de mis padres, sobre todo de mi padre, criticándome por mi comportamiento o calificaciones. Me sentaba aquí por horas hasta que mi mente fuera despejada.

-¿Puedo hacerte una pregunta? –Dijo nerviosa, jugando con los dedos.

-¿No te acabas de preguntar una? –Reí pero giró la cabeza para mirarme.

-¡Oh, cállate! –Rió mientras me golpeaba.

-Vale, adelante. –Respondí sonriendo

-¿Para qué vives? –Preguntó seriamente, mirando al suelo.