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Ésta es la corta historia de Jordan, una niña común y corriente aunque algunas veces exigente. Tenía amigas, cuatro chicas que siempre se mantenían a su lado y con las cuales jamás peleaba. Era martes y lo recordaba bien, ese día sería el día en que vería a su novio para comer en su casa así que toda la mañana tuvo nervios sobre lo que pasaría más tarde.

En la cafetería ordenó mucha comida, indecisa por naturaleza terminó por decidirse quince minutos antes de que acabara su descanso. Cosa que no agradó a mucha gente.

Jordan tenía un pequeño problema, ella sabía que estaba mal pero aun así había tenido una aventura con alguien mayor que ella, teniendo 16 su pequeña aventura tenía 20 años. No escaló a nada más que llamadas, mensajes y uno que otro encuentro ocasional y eso era bueno para los dos. Ambos sabían que estaba mal así que decidieron no seguir con lo que empezó como un pequeño deseo.

El problema no era el joven, pues terminaron en buenos términos y se tenían respeto, el problema era que él trabajaba de conserje en su fraccionamiento y por alguna razón se lo topaba frecuentemente.

Ése día saliendo de la escuela caminó directamente hacia su casa y lo vio ahí limpiando, pero cuando lo iba a saludar vio a la exnovia del chico llegar a besarlo y abrazarlo, por lo que Jordan supo que ni la amistad valía la pena continuar porque no quería problemas.

Así que solo siguió su camino con apuro, era incomodo verlos.

Su casa estaba al fondo de la calle en la que él estaba limpiando así que era imposible que él no se diera cuenta de que Jordan había pasado. Sin tratar de herir a su novia actual la apartó y caminó hacia la casa de Jordan argumentando que ella había hecho un destrozo en el parque y debía exigirle que lo arreglara a sus padres. La novia entendió y se fue.

Desde su casa podía ver como su ex caminaba en dirección a su casa, cosa que no quería porque su mamá se daría cuenta de todo, así que salió con la excusa de que se había olvidado algo y la madre no preguntó nada más.

-¿Puedes decirme que haces aquí? Es peligroso que te muestres frente a mi casa y lo sabes- Jordan no pudo más que expresar su descontento.

-Lo siento- Se disculpó Alex y trató de tomar su mano- Es solo que aún no te supero y verte molesta me duele

-Bueno pues besarte con tu novia frente a mi cara dice otra cosa- Rechazó el gesto firmemente- Además sabes que puede pasar si alguien descubre que pasó entre nosotros, iras a prisión, así que por favor solo déjame en paz.

Jordan entró de nuevo a casa y cerró con llave para después dirigirse a su habitación a hacer tarea y a chatear con su novio de verdad. Alex y ella habían terminado su pequeña relación escondida solo 3 meses después de iniciarla y ya había pasado más de un año de eso.

Ya era mucho tiempo como para poder superarla.

Ese día su novio no podría ir a casa así que tendrían que verse hasta el día siguiente, cosa que ella acepto porque de igual manera hacer todo lo posible para ir el martes ya decía mucho de lo que él podría estar pasando.

A la mañana siguiente el mayor reto fue pasar por su calle frente a Alex con sus amigas, ellas no sabían nada de lo que paso más que su mejor amiga Lily. Solo cruzó miradas con el tímidamente y siguió su camino. Llegando a la escuela tomó sus clases como normalmente lo haría, tuvo su descanso y al salir de la escuela sus amigas tenían que irse a un club deportivo al cual ella no podía unirse porque tenía problemas de salud.

Le tocaba hacer el camino a casa sola y aunque eso le daba un poco de miedo quería demostrar que era capaz, además su novio ya estaba camino a su casa y se encontrarían llegando.

El camino iba bien, pero a mitad de éste un coche con un señor dentro se estacionó, cosa que Jordan vio muy normal pues era el centro de la ciudad, pero el señor al bajarse la miró un poco extraño. Eso ya era más que suficiente para hacerla caminar más rápido, que igual no sirvió de nada porque sintió un jalón muy fuerte hacia atrás que la hizo caer al suelo. El tipo la sujetó fuertemente y la cargó en sus brazos y se apresuró a meterla en la cajuela.

Pero mientras el hombre la atacaba muchos automovilistas se detuvieron para bajarse a ayudar, parecía que el captor no era tan listo.

Entre más de veinte personas lograron atrapar al señor y ayudar a la niña a salir de la cajuela, entre los salvadores estaba su novio John, quien la abrazó con una hermosa sonrisa en el rostro.

Con apuro llegaron a casa de Jordan y lo primero que pasó después fue un largo y romántico beso por parte de John, se le notaba asustado y nervioso así que Jordan lo calmó con algunos cariños. Comieron y después se pusieron a hacer tarea mientras hablaban de lo que había pasado días antes.

Diario de sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora