En un mundo donde existen los cazadores de demonios, una chica tras la pérdida de su madre viaja por mucho tiempo para ser entrenada por Urokodaki donde conocera a Makomo, Tomioka y Sabito.
Tras una muerte en la Selección final, una triste pérdida...
Al salir de el Instituto me dirigi a un parque, aún no puedo hablarle a Sabito, siento vergüenza y el parece entender ya que no me habla.
Pero lo que más me pone triste es ver que no sonríe como antes y eso hace aumentar mi culpabilidad su mirada hacia mi es triste.
Makomo me dijo muchas me comentó que para Sabito los amigos estaban primero.
Me acerqué a un columpio, hace mucho no me subía a uno.
Dejé la mochila en el suelo para subirme al columpio, me amaque despacio y luego rápido no pude evitar sonreí de diversión, si mi hermana me viera me diría "Ya estás grande para eso",bufe al recordar su voz diciéndome infantil.
De reojo pude ver una figura sentarse en un Banco frente a mi.
-Parece que te estas divirtiendo.
Esa voz llegó a mis odios dulcemente, deje de moverme apenas lo escuche, levanté la mirada para encontrarme con esos ojos gris lavanda que me miraban atentamente.
-¿Te estoy molestando?-su cara paso a una de preocupación.
Por mi silencio el se levantó, baje de mi hamaca y el me miró.
-No lo.. yo sólo...-Sabito se acercó-Lo siento.
- No te disculpes no hiciste nada malo.
-¿Eh?
-Me gustaría empezar desde cero-sonrió y se me contagió la sonrisa.
