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Taehyung despertó, su cuerpo hormigueaba sobre la cama de sábanas blancas. Sus ojos doliendo ante la blanca luz, las pulcra paredes no siendo de mucha ayuda.

Su cabeza pálpito, no tenía las suficientes fuerzas para levantarse, preguntándose que había pasado.

Como pudo comenzó a analizar a su alrededor, viendo que tenía una intravenosa en la muñeca y algo que medía su pulso.
La habitación era simple y de las típicas que se observan en las películas, paredes blancas, cama blanca, luces blancas y a su izquierda había un sillón de tres asientos con un rubio acostado en esta, roncando levemente, sus ojos se veían hinchados y levemente rojos.

Se sentía mareado, su cabeza comenzó a doler, y los recuerdos de esa noche volvieron a su mente, trato de hablar pero no podía gesticular alguna palabra, solo salían leves murmullos, gemidos lastimeros, quería. Necesitaba ver a Jungkook.

Su pulso se alteró y el pitido incesante del electrocardiograma fue doloroso para sus oídos y comenzó a soltar gruñidos de dolor.

El rubio a su lado se despertó alarmado y vio a Taehyung en la cama removerse entre gruñidos, asustandose y a la vez alegrandose por verlo despierto. Salió corriendo por la puerta de la habitación gritando por algún doctor o enfermero que pueda revisar a su amigo.

A los segundos irrumpió un doctor junto a una enfermera con un carrito, el doctor se acercó a Taehyung y lo revisó.

El castaño por su parte sólo preguntaba por Jungkook.

─ Taehyung, tranquilo ─ el doctor posó sus manos con fuerza medida en sus hombros y hacerlo tranquilizarse volteó a ver al rubio cuestionando por quien preguntaba y quien era Jungkook.

─ E-es su amigo, el pelinegro del accidente ─ nerviosamente contesto arrastrando las palabras, el doctor entendió a quien se refería y se dispuso a hablarle.

─ Taehyung tranquilizate, Jungkook está bien, esta en otra habitación, esta bien, mírame ─ el castaño lo miro a los ojos, asustado, respirando pausadamente intentando calmarse para escuchar lo que el doctor tenía por decirle de Jungkook.

─ Muy bien, eso es, voy a hacer un chequeo de protocolo, ¿sí? ─ hablo lento esperando a que el castaño hiciera algún gesto de afirmación. Lo vio asentir. ─ Bien. ¿Puedes decirme tu nombre?

─ Kim T-taehyung ─ murmuró con voz rasposa, el doctor pasó una lamparita por sus ojos.

─ Bien, ¿sabes por qué estás aquí?

─ U-un camión nos chocó, ¿dónde está Jungkook? ─ inquirio, el ansia de verlo bien volviendo a hacerse presente.

─ Tranquilo, el esta bien, está en un piso más abajo ya que sus heridas no son tan graves como las tuyas pero aún sigue inconsciente por los analgésicos contra el dolor.

Taehyung suspiro aliviado ignorando que había dicho que sus heridas eran más graves.

─ Taehyung, hicimos unos análisis y debo decir que los resultados no fueron favorables, el accidente solo agravio la condición en la que te encontrabas, también hicimos unas tomografías y...

─ No lo diga ─ murmuró Taehyung conociendo muy bien lo que dirían, varios doctores te le habían dicho eso.

─ Se que ya te lo han dicho pero esta vez es más probable que ocurra lo inevitable, el choque te provocó heridas múltiples en los brazos y piernas, el casco te protegió de una herida fatal en tu cráneo pero tu corazón... fue mucho para el y no creemos que pueda seguir así por más tiempo.

Taehyung no le tenía miedo a la muerte, creció sabiendo que tenía una bomba de tiempo en el pecho, a la edad de once años nomas le diagnosticaron que duraría 4 meses y aquí seguía, se cuidaba muy bien y aún estaba vivo. Pero por alguna razón ahora sentía en su interior que esta vez ya no tendría más tiempo.

𝐋𝐚 𝐕𝐢𝐞 𝐄𝐧 𝐑𝐨𝐬𝐞 »𝐊𝐨𝐨𝐤𝐭𝐚𝐞«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora