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Oh, Jeon Jungkook no iba a perdonar tal atrocidad, nadie tenía permitido hacer eso, sin importa que, quien o que tan importante fuera ese en su vida. Nadie se metía con lo que amaba y quien lo hiciese pagaría las consesuencias, no por nada se llamaba Jeon Vengativo Jungkook alias futuro esposo de Kim Taehyung, aunque en ese momento si las miradas mataran este estaría enterrado dos metros bajo tierra.

El castaño no entendía el por qué del cambio drástico en el pelinegro y no podía mentir que su mirada lo intimidaba, mucho más que las de sus padres y eso ya era mucho decir.

Y quizá era porque nunca había pasado un día completo con Jungkook desde el día en que se enfermó. Enfermedad que solo le duró un día sorprendiendo a la madre del pelinegro que sabía que las enfermedades de su hijo duraban hasta una semana. Y Jungkook presumía a todo el mundo como si fuera una grabadora que su Taetae era un "hado mágico" que aún no podía volar porque le faltaban alas.

Y Taehyung estaba dudando si de verdad era humano, ya que esa picazón en su espalda no podía ser casualidad y era porque le estaban creciendo alas.

Sus madres solo los veían mientras tomaban fotos y lo anotaban en su libro de "Futuros Recuerdos Vergonzosos", que estaban más que seguras se lo enseñaran en un futuro a el par dinámico.

Pero Jeon Jungkook no permitiria que alguien tan cruel y vil se saliera con la suya, Jeon Jungkook quería justicia.

Nadie se metía con su leche de plátano.

¡Nadie!

Y oh, Kim Taehyung cometió el error de aceptar la última caja que quedaba al su mamá ofrecérsela primero que a su hijo. Sabia que no era culpa del castaño pero necesitaba venganza.

─ ¿Kookie? Por qué me ves con cara de te voy a matar mientras duermas? ─ Literalmente, esa era su cara.

Ese día el pelinegro se proclamó como el presidente de la protección sobre las leches de plátano y siempre velaria por la seguridad de cada una de ellas, para luego ser tomadas por el pero no es necesario comunicarles eso.

─ Tu, pequeño mocoso, ¿Qué crees que estás haciendo? ─ pregunto con rabia en su mirada y Kim Taehyyng se sintió indignado.

Jungkook nunca le había hablado así y se sintió cohibido ante eso, bajo su mirada y pegó más sus rodillas a su pecho, sin entender nada de lo que estaba pasando, con miedo pues Taehyung pensaba que ya no iba a ser su amigo.

─ Y-Yo nada, no h-he hecho nada ─ su voz temblo bajo la intimidante mirada que el pelinegro le estaba clavando.

─ ¡Te tomaste mi leche de plátano, Jeon Taehyung! ─ el castaño experimentó tres sensaciones con esa oración, escalofrío, miedo y felicidad. ¿Como? No lo sé.

El nombrado ignoro profundamente la oración completa y solo se fijó en ese ultimo Jeon Taehyung y vaya si le encantó.

─ ¿Tan rápido y ya me diste tu apellido? Pensé que esperarías a que fuéramos mayores Kookie.

─ ¿Que? ¡no! Espera no me cambies el tema. ¡Te estás tomando mi leche de plátano! Y para empeodarlo lo haces maal ─ Se quejó al ver que no la saboreaba como debía.

─ No seas ridículo Kook solo es leche.

Y el pelinegro lo fulminó con la mirada, entre cerrando sus ojitos negando con la cabeza lentamente

─ No dijiste eso.

─ Amm, ¿si lo dije?

─ No. El amor de mi vida no puede decir tales incoherencias incoherentes.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2021 ⏰

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𝐋𝐚 𝐕𝐢𝐞 𝐄𝐧 𝐑𝐨𝐬𝐞 »𝐊𝐨𝐨𝐤𝐭𝐚𝐞«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora