CAPITULO 10 (Parte 1)

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Desastre clandestino .

Estaba leyendo una interesante libro llamado "De todos los chicos de los que me enamore" estaba
justo en el momento en que la protagonista
discutía con el ex de su hermana y ella justo
entraba para encontrarlos hablando de eso (No
más spoiler) cuando de la nada una mujer entró a
mi habitación, los rulos negros entraron
moviéndose de un lado al otro mientras la sonrisa
más macabra que había visto en mi vida se
asomaba mostrando unos afilados colmillos.
-Me dejó entrar tu abuela- me dijo lanzándose a
mi cama y haciendo que todo sobre la cama botara.

-No es mi abuela, es mi Nana...

-¿Ya tienes lista la ropa que te vas a poner?

--Si, cualquier cosa...

-¡Pero no vamos a cualquier lugar!.

- Tranquilizate... Sólo es una pelea.

Ella me miró con ojos aburridos, talves no
estábamos en la misma "frecuencia" Mía estaba
emocionada como una niña pequeña en navidad,
así estuvo toda semana y no quiero hacer conclusiones antes de tiempo pero presiento que tiene que ver con Eidan.

-¿Sabes a donde vamos? Si algo malo pasa tendremos que correr -una voz irrumpe de la nada.

Volteo a la puerta y mi lesbiana favorita esta ahí, viste de traje de gala, de esos típicos de pingüino
pero este se ajusta correctamente a cada una de sus curvas y dejó la corbata de lado, su corto
cabello rubio esta peinado hacia un lado y recortó la parte de abajo en un difuminado masculino que
en ella luce sensual y elegante. No usa mucho maquilaje sólo tiene las cejas y los ojos pintados...
Si ella tuviera algo de packete ahí abajo estoy segura que ahora me estuviera mojando.

-No seas aburrida- dice Mía girándole los ojos.

-¿Porqué vistes así? - preguntó yo por la elegancia que lleva.

-Sere MC*y la ocasión lo ameritaba.- justificó
Sierra orgullosa de su aspecto entrando a mi
habitación y dirigiéndose directo al gran espejo.

-¿No estas lista aún? Mi hermano nos está esperando afuera.

Rodé los ojos, deje un separador en la hoja del libro en la que me quede y me acerque con toda la
pereza del mundo al armario y ahí di una vista rápida a la ropa colgada y doblada que estaba ahí.

-Oh no, no haras eso - Mia se acercó y me quito del armario, acto seguido ella se puso a esculcar
como loca buscando algo dentro-¡Eureka!

Mía sacó del armario una camisa rosa con el pecho destapado pero con cuerdas cruzadas que cubrían
el escote desde la mitad de los pechos hasta el cuello.
En el momento que mire esa camisa sentí una
apuñalada en el pecho, el aire salió de mis
pulmones y la sensación de desespero me lleno.

No tuve tiempo de medir mis acciones porque
aveces mi cuerpo actúa antes que mi mente y
cuando reacciones le acababa de arrancar la
camisa bruscamente de las manos a Mía.

-E-esta bien no la tocare, no la tocare - chillo la morena subiendo las manos en señal de rendición.

-Lo siento-me salió la voz más temblorosa de lo
que esperaba-Me la regalo alguien ... No puedo usarla.

-Si te la regalaron es para que la huses –sentenció Sierra.

-Lose... Lose pero... no es el momento.

Abrace la camisa contra mi pecho y la hice una bola, los sentimientos me invadían y eran todos
gracias a ese objeto. Si, un objeto inanimado me causaba una ráfaga de emociones como el amor, la
hermandad, la esperanza y la felicidad pero eran
contrastados por otros como el desconsuelo, la irá,
la traición y el rencor.
Lance la camisa al fondo del armario, Mía trató de hacer como si no hubiera pasado nada y siguió
buscando en el armario alguna otra cosa apropiada.

Le hice un amarre al chico equivocado(respaldo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora