CAPITULO 10 (Parte 2)

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Desastre clandestino

El pánico se propagó...

-¡Athena! – la vibrante voz de Sierra me llamó,
estaba a unos metros de mi pero las masas de
gente comenzaron a revolverse atrapados en el
pánico.

Por más que trataba de llegar hasta ellos la multitud me empujaba al otro lado pues la dirección era contraria.

Los empujones, las groserías e incluso uno que
otro codazo intencional comenzaron a afectarme el equilibrio, sentí que iba a caer pero una silueta
llegó junto a mi.

De inmediato sentí una mano acunar la mía, me jalo con dificultad tratando de abrirnos paso en la
masa y comenzamos a correr hasta unos cuartos.

Al levantar la mirada Malcom se mordía el labio mientras trataba de avanzar entre la gente que
corría en sentido contrario.

Espera, espera, espera ¿No se suponía que era un evento secreto? Y aquí esta un maestro y la policía.

Los gente trataba de salir por la única puerta visible y nosotros íbamos justo al lado contrario,
donde unos cuartos internos donde no había nada
más que oscuridad.

De la nada un chico bastante "grande" se cruzó,
paso entre el agarre de Malcolm y de mi y nos obligó a soltarnos, la multitud no tardó en
comenzar a separarnos.
-¡Athena! - gritaba Malcolm tratando de llegar a mi, pero las personas enardecidas sólo actuaban
como una potente corriente marina que mientras más luchas contra ella más te arrastra.

Ahí, sola las cosas de verdad comenzaron a pintar mal, me hallé atrapada entre empujones,
rodillazos, codasos, insultos y de más.
Una persona paso tan rápido que su hombro golpeó de lleno me boca y con trabajo me logre
mantener parada pero un chorro de sangre bajo de
mi labio inferior hasta mi suéter y pantalón, otra
tanta entró en mi boca y el sabor metálico encharco mi memoria, había recuerdos que era mejor no desenpolvar.

Una tipa, no le vi la cara, enloqueció parecía haber
sido poseída. Avanzó tan rápido entre la gente que
iban soltando puñetazos para que se alejaran de
ella y así poder pasar, llegó hasta a mi y trate de
hacerme a un lado pero había más personas detrás
de mi que no me permitieron apartarme. Sólo
logre ver una sombra negra llegar hasta mi nariz de
ahí desapareció mi equilibrio y perdí el piso.
Ahí tirada me di cuenta en el lugar donde me metí,
yo no pertenecía ahí y eso me dolía... Pude haber
ingresado a Riverside Oeste o a Monte negro
(Preparatorias de paga) donde realmente
encajara... Estaría con personas con mi nivel
económico y social pero todos me conocerían,
todos sabrían que paso conmigo y con mi familia y
no tenía un nuevo comienzo.

No podía rendirme.

Las personas seguían histéricas tratando de salir
para evitar ser atrapados ¿No era una exageración?
Igual cuando salgan los van a pescar no tiene nada
de lógica alterarse.

Puse mis manos sobre el suelo y entre patadas,
pisotones y rodillazos logre ponerme en pié.
Tuve que sacar la chica ruda a flote, no dejaría que
me volvieran a pasar por enzima.
La gente que trataba de empujarme yo los
empujaban de vuelta y con más fuerza, ellos se
alejaban y yo seguía tratando de llegar hasta
Malcolm o Sierra.

-¡Por acá, Athena! ¡Ven por aca! - la voz de Mía
me llamó.

Gire hasta donde estaba ella, más cerca
de lo que los demás así que sólo opte por llegar
hasta ella.

-¿Dios estas bien?- dijo de nuevo Mía una vez
que llegue al ver mi cara llena de sangre y mi ropa
desgarrada.

-Estoy... Bien pero por favor sacame de aquí.

Le hice un amarre al chico equivocado(respaldo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora