II

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   Dos empujones más y el suéter que traía puesto minutos atrás había podido caber en aquel maletín lleno de ropa sucia, era color amarillo y por desgracia la bebida de fresa que traía en mis manos se había derramado en el bonito suéter, y bueno, ahora huelo a fresa.

   Me levanté del piso para luego cargar en mi hombro la maleta, pesaba algo así que mi cuerpo no tardó en tambalearse debido a esto

Desbloque mi celular para proceder a leer el mensaje de Paul

-."Estoy aquí a fuera sal ya"

   Y luego de leer eso, tomé mi botella de agua y caminé hasta la puerta, tomé las llaves y me despedí de Bolita

  —Adiós Bolita, ya me voy, ahorita regreso cuida la casa
Agregué luego de haberme inclinado hasta aquella jaula para meter mi dedo y acariciar su suave pelaje, esta solo me miró y movió su nariz

   Oh, Bolita es mi pequeño Cuyo, era hembra y a penas llevaba un año con ella, era blanca con una mancha café en la izquierda de su ojo y de su barriguita y con una peculiar mancha oscura en el lado derecho de su barriga.

Me despedí de mi pequeña mascota, salí y una vez fuera subí al auto de Paul

   El pelinegro y yo habíamos quedado en que lo iba a acompañar al entrenamiento de John en el área de boxeo aquel lunes, pasaría por mí y claro también me acompañaría a la lavandería

  —Buenos tardes Narizón

Agregó en un tono de burla

  —Buenas tardes cara de bebé
Me dejé caer en aquel asiento delantero para luego cerrar la puerta

  —¡Hey!

Respondió molesto pero de una manera graciosa

  —Yo te dije algo que era cierto

  —Pues yo también.
Pronuncié y solté una risilla burlona

Lo miré y tenía el ceño fruncido y una pequeña sonrisa

  —Agh, para que te enojas su sabes que sí es cierto

—También John me lo dice

  —Ahí está

Ambos reímos

   Paul encendió el auto y yo acomode el maletín en mis pies, aquel auto no tenía techo y eso siempre me incomodaba horrores

  —¿Porqué vienes por mí en esta monstruosidad? Agh

   Emití mientras cubría mi cara con la palma de una de mis manos, me parecía muy penoso que todo mundo nos mirara, aquel auto era blanco y contaba con unas facciones muy toscas, tenía mil formas que solo terminaban mareándome, era un ¿cómo se llamaba? Ah sí, un Ferrari Veneno

  —Uy, si a su majestad le avergüenza un ferrari para la otra vengo por ti en un burro

Solté una carcajada

  —O sea no es eso pero ¿de verdad tienes que andar de excéntrico a donde quiera que vayas?
Expliqué algo desesperado

  —Obvio
Pronunció colocándose sus lentes de sol Chanel, solo solté un bufido

   —Y el tuyo se descompuso o qué
Pregunté para luego tomar la botella de agua que traía y poner mis dedos en su tapa para abrirla y beber un poco de ella

  —Lo dejé en la lavandería, ahí hay un mecánico especial, lleva dos días ahí...

  —¿¡Dos días!? Pues qué carajos van a hacer, que vuele o qué
Casi se me atora el agua, a lo que Paul rió

I Love The Way It Hurts[Starrison] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora