Eres Detestable |Yoonnam|

Epílogo

Tener un bloque mental era lo peor que a Yoongi le podía pasar como compositor y productor. No había inspiración, no salía nada más que sonidos que ya había compuesto o letras que se le hacían absurdas, no eran lo suficientemente buenas como para entregarlas.

- Jodida vida... - Cantó agregando notas altas en las vocales. - ¿y si pongo eso?

Levantó sus cejas considera la idea pero la eliminó por completo porque no sabía que más poner además de "la vida es una mierda, apesta si no tienes un Namjoon" entonces en ese momento una idea vino a su cabeza. Ir con su prometido y molestarlo un poco.

- Kim Namjoon, o debería decir Min Namjoon. - dijo coqueto mientras caminaba hacia la sala donde debía de estar su novio.

Sus ojos se cristalizaron al ver al chico dormido sobre la mesa con su rostro lleno de brillantina y sus labios ligeramente abiertos.

- Es hermoso, carajo.- mordió su puño.

- ¿Yoongi?...- dijo levantándose poco a poco.

- ¿Si mi osito de miel? - dijo para ponerse a su lado y abrazarlo.

Namjoon rió ligeramente al escuchar aquel apodo poco común, que solo los decía cuando quería algo.

- ¿Qué necesitas?

- Besarte. - lo miró directamente a los ojos.

Si algo odiaba Namjoon del pálido es que su mirada era tan penetrante que no podía sostenerla, por lo que siempre terminaba con la cabeza abajo.

- Estás rojito. - apretó sus mejillas.

- deja mis mejillas. - dijo a lo que el palido obedeció pero lo atrajo hacia el para sentirlo cercas. - ¿Terminaste las canciones?

- Llevo cuatro horas y no he podido ni empezar... no hay inspiración. - deberías tomar una ducha para refrescar ideas.

Yoongi lo miró y le sonrió de manera coqueta.

- ¿No te quieres duchar conmigo? Digo para todo eso de cuidar el medio ambiente, no gastar agua. - se acercó a su rostro lentamente.

- No gracias.

- ¡Namjoon¡! ¿porque me haces sufrir?!

- No seas exagerado, además falta poco para que vengan los chicos para preparar los últimos detalles de la boda.

- Un rapidin.

El moreno le pegó en la frente.

- Deja tu calentura de lado.

- Solo nos besamos, nada más.

- Pero de ahí no va a pasar Min Yoongi. - lo señaló con un dedo.

- Sólo eso.

Namjoon realmente creyó que no pasaría pero la intensidad de los besos subió mucho de nivel y terminaron efectivamente, despejando la mente del pálido.

[...]

Era el día tan esperado de la pareja, por fin estarían en un lazo permanente, aunque de todas formas si no se hubieran casado, ellos sabían que siempre estarían juntos porque estaban hechos para encajar, estaban hechos el uno para el otro y no importaba a que obstáculos se enfrentaran, ellos sabían que se tenían a pesar de todo.

- Yo, Kim Namjoon, te quiero a ti como legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

- Entonces, puede besar al novio.

Yoongi se acortó la distancia entre los dos.

- ¿Ahora si puedo besarlo o me dirá que no por que hay niños?