Hechizo de amor

1. Nueva escuela

Toc toc...

Toc toc.....

—Lili abre que llegaremos tarde, ¡rápido prima!.

Al escuchar a mi prima Clara salí corriendo al baño, tan rápido que casi me caigo de cara contra el piso gracias al mueble de noche. Luego de unos minutos salí, me cambié muy rápido con unos jean azules y mi blusa blanca con su chaleco tejido marrón, me peine, deje mi cabello suelto sin maquillaje y cogí mi bolso.

—Listo Clari —le dije mientras cerraba la puerta y acomodaba el bolso con una mirada inocente —ya nos podemos ir.

—¿Tienes idea de lo tarde que es? —señala el reloj —desdé hace medía hora te he estado tocando y tu nada que sales.

—Prima perdón, solo fue por hoy no volverá a pasar —afirmé bajando las escaleras —ahora solo llevemos las manzanas y vámonos.

—Está bien pero rápido hay que salir —dijo corriendo.

Cogí las manzanas, salí de la casa y cerré la puerta. Clara ya estaba en el auto así que fui y entré, listas para el colegio.

Bien, la razón de lo que esta pasando es muy sencilla me mude con mi prima, ya que el colegio en el que mis padres me inscribieron, es decir mi antigua escuela me suspendieron, quien diría que un simple humo podría causar tanto daño.

Flash back....

—Chicos empiecen ya con el experimento —dijo el profesor de química —sigan las indicaciones y no causen daño.

En ese momento entraron alumnos de otro cursó con trabajos, el profesor solo los dejo en su escritorio.

—Lili ¿lista? —asentí y mi amiga comenzó a sacar los materiales —no te pongas a curiosear Lili, sigue los pasos.

—Ok, pero no voy a hacer nada malo Alma, así que no te preocupes —ella alzó una ceja en modo de eso espero y empezamos a echar los líquidos de sustancias en los frascos para el experimento —de todas maneras yo no causo daño.

—Habla por ti, tu curiosidad no causa ningún daño daño verdad —dijo sarcásticamente, yo solo reí —ahora empecemos.

Llevábamos media hora ya en el experimento y hasta ahora todo va bien.

—Bueno falta el último pasó —suspire cansada —¿Qué dice?.

—Agregar una gota de cloruro de sodio —revisó de nuevo los pasos —solo una gota.

—Ya entendí —cogí el químico y extraje de el un poco —bueno, acá voy.

Justo cuando lo estaba por agregar se me ocurrió ¿por qué no echarle dos? así saldría un tono mas luminoso, pero luego descarté esa idea tras recordar las palabras de Alma.

Cogí el extractor y le eché la primera gota, pero la abeja de la curiosidad una vez más salió a flote por saber que pasa con el color, ya hemos visto muchos tonos y son hermosos.

Mejor no, concentrate Lili después pasa algo.

Justó cuando retiraba el extractor me distraje con alguien que me había llamado y hay la otra gota calló.

—Husp —miré con cara preocupada a Alma —esté, Alma he.... lecayerondosgotasporaccidente.

—¿Que? —lo dije tan rápido que no alcanzo a escuchar nada, por lo que suspire y volví a hablar.

—Que le cayeron dos gotas por accidente.

—¡Que! ¡Lili!, no —miramos el frasco —no debe causar mucho daño, pero ¿que hará?.