Carta 3

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2016

Querido tú:

Luego de estar varios meses hablando y más de mil abrazos dados porque uno ya no era suficiente, llegó la primera vez en que comencé a estar sobre la linea trasada imaginaria de mi zona de confort, arrastrando peligrosamente mi pie inseguro hacia afuera... no sabía que habrían más veces en las que tendría que salir de mi zona de confort y alejarme cada vez más.

Mi amiga estaba de cumpleaños y queria celebrarlo en grande, es por esto que nos invitó a todos y dentro de ese grupo estabamos nosotros. Sentía la adrenalina correr por mi torrente sanguineo cuando pasamos a buscar a mi mejor amiga para dirigirnos a la fiesta y que mis papás se enteraran que los padres de ella no estaban en casa porque luego de la fiesta me quedaría ahí, por lo que no teniamos un limite en la hora de retirada, lo cual me ponia el doble de nerviosa porque no tendria la excusa de volver temprano.

Al bajarme del auto sentí el frio viento golpear contra mi cara, pequeñas y delicadas gotas comenzaron a caer sobre mi mientras como veia que el auto se alejaba de mi visión, luego de un parpadeo la lluvia se intensificó y mi corazón se apretó al pensar en mis papás dentro del auto con una visión borrosa del camino, pero respiré cuando avisaron que ya habian regresado.

La musica retumbaba en mi esternon, con mi mejor amiga nos adentramos a la casa y nos topamos con los invitados, solo me importaba ver tu cara, pero era incapaz de preguntar por ti. Al ver a las demas chicas la inseguridad caló en mis huesos, fui consciente de mi outfit, más nerd, imposible... quizas lo hice a proposito. Mi chaleco negro era más grande que mi talla y tenial el cabello recogido en un tomate, estaba convenciendome de que no debia estar ahí porque quizas no llegarias, me dirigí a la salida y caí en cuenta que mi amiga estaba lejos de mi, por lo que me devolvi a buscarla, no quise interrumpirla y tampoco podia irme sin ella.

El aire estaba viciado dentro de la casa por lo que decidí quedarme afuera, estaba desaciendo el camino cuando choqué contigo. Mi rostro se iluminó al instante, pude ver que estabas feliz de verme también, pero luego lo dudé cuando buscabas con desesperación en tus bolsillos un cigarro junto con tu encendedor, me pediste que te acompañara afuera pero me negué, no me agradaba el olor a cigarro.

Saliste por unos instantes que para mi fueron eternos, quizas era porque estabas empapandote bajo la lluvia. Cuando volviste, estabas completamente seco para mi sorpresa. Me envolviste con tus brazos y pude sentir tu mejilla fria contra la mia. Me habría encantado haber estado en un lugar más cómodo para conversar.

Recuerdo que para pasar el rato comenzamos a hacernos mini retos con apuestas ridiculas mientras que nos reiamos. Hasta el momento te debia un chocolate, una hoja de papel, un dulce y quizas más objetos ridiculos. Seguiamos en el patio, la lluvia era incesante y de un momento a otro comenzó a llover con más intencidad haciendo que tuvieramos que elevar aun más la voz a causa del golpeteo del agua contra el techo y la musica a todo volumen que provenia de adentro de la casa. Aun asi gritando era imposible escucharnos hasta que me tomaste por la cintura y me acercaste hacia tu cuerpo para susurrarme en el oido lo que querias decir.

Con tan solo sentirte cerca, mi corazón se volvió loco y sentia mis mejillas arder, estaba muy nerviosa con tu proximidad. Podia sentir la mezcla de tu olor con el cigarro, no era desagradable en lo absoluto, dejamos de hablar por un momento mientras que comenzaste a mecernos al ritmo de la canción... o a la canción que sonaba en tu mente, porque la de la fiesta era más rapida que nuestro ritmo.

Tu mejilla se acomodó a la mia y movias con sutileza mis labios para intentar llegar a los míos. En ese momento no fui consciente de que querias besarme. QUE CONTRADICCIÓN. Todo mi interior me gritaba que queria besarte, pero inconscientemente movia mi cabeza hacia el otro lado para evitar el beso. Sentia que ese no era el momento y el lugar aunque estuviera desesperada en sentir tus labios.

Recuerdo no sentir mis manos debido al frio clima y las puse en tu espalda por debajo de tu ropa topandome con tu calida y suave piel, haciendo que pegaras un salto pero sin dejar de abrazarme, hiciste lo mismo y fue mi turno de saltar. Nos reiamos de esta situación. Cuando mi mano entró en calor, noté que estaba humeda tu chaqueta, del techo caia una secuencia de gotas, nos corrimos de ese lugar y me sentí mal de que quizas cogieras un resfriado.

En el nuevo lugar que estabamos pude ver mejor tu rostro dado que el poste de luz nos llegaba con una luz tenue y la fiesta estaba a oscuras con luces led azules adentro. Sonreiste de lado y mi corazón se detuvo. Me dijiste que nada te pasaria, que solo era agua. Dirigí mi vista a tus ojos, pequeños y almendrados, pude jurar que en ese momento querias decirme muchas cosas pero que tus labios no respondian. Observé cada centimetro de tu rostro, queria recordarlo para siempre... me estabas gustando mucho, cada día más y no pensaba hacer algo al respecto para detenerlo. De pronto dejamos de escuchar la ruidosa musica y la gente soltó un murmullo de disgusto, el poste dejó de alumbrar tu rostro y supimos que a causa de la lluvia, la luz se había ido.

Esa noche queria besarte, de eso estaba segura.

Pero no lo hice.

En lugar de eso, te aferraste a mi y yo a ti.

Luego de que la lluvia bajara de intensidad un poco, nos despedimos y me fuí con mi mejor amiga.

No queria irme. Pero era una hora prudente.

Con Amor, April.

Love LetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora