Raquelle estaba nerviosa, a Sol se le había hecho tarde para llegar, la boda comenzaba en quince minutos y ella no aparecía, su hermano también estaba nervioso y ambos esperaban en la puerta de la hacienda por si llegaba. Cinco minutos después un auto negro estaciono en la entrada y el tiempo para Dante empezó a ir en cámara lenta, cuando vio bajar a Sol su corazón se acelero como nunca antes, sus manos empezaron a sudar y su cuerpo no recibía ordenes de su cerebro. Por otro lado, Raquelle la miraba con una sonrisa enorme y apenas la chica terminó de bajar del auto se le tiró a abrazarla, él conductor del auto dejó la maleta de Sol junto a Dante que aún no podía moverse y se fue. Después de saludar a Raquelle, Sol se acercó lentamente a Dante sintiendo sus mejillas arder y se detuvo a unos dos pases frente a él, mirándolo con una sonrisa tímida, momento en el cual Dante pareció despertar del trance en el que se encontraba.
—Wow, pareces un...ángel — fue lo primero que le salió de la boca.
—Gracias, tú también te ves espectacular— Sol lo abrazó y él lo correspondió, alargándolo unos instantes más, pues amaba sentirla en sus brazos.
—Bueno, vámonos ya, la boda ya va a empezar— Raquelle interrumpió ese abrazo tan íntimo con algo de pena, pero necesariamente.
Dante le ayudó a Sol con la maleta para llevarla a la habitación que compartiría con Raquelle, las chicas lo habían esperado para ir juntos hasta el lugar de la boda, y durante el corto trayecto Dante tomó la mano de Sol y eso no le incomodó en absoluto, por el contrario, se sintió tan bien que se acercó más a él y así los vieron llegar juntos a sus asientos. Los señores Moretti saludaron a Sol con un fraternal abrazo y cálidas sonrisas, lastimosamente el saludo no duró tanto, pues la boda comenzaba.
La boda fue hermosa, en los votos matrimoniales Sol soltó algunas cuantas lágrimas porque las palabras le habían llegado al corazón y por un instante se imaginó en un altar con el chico de ojos grises que tenía al lado, pero rápidamente quitó ese pensamiento de la cabeza pues no quería ilusionarse más ya que sabía que en algún momento él tendría que irse. La noche continuó de maravilla, los tíos de Dante la recibieron con mucho cariño haciendo que los adorara al instante y la hicieron sentir en un ambiente más cómodo y familiar. Bailaron, comieron, rieron y jugaron, hasta que llegó un momento de la noche en que Dante le pidió que lo acompañara por algo.
—Dante, ¿a dónde me llevas? — pregunto la chica cuando se alejaron un poco de la hacienda, hacia la pequeña playa.
—Quiero que veas algo primero, eso es todo— la tomó de la mano y caminó junto a ella hasta la orilla del mar. Allí se quedaron unos minutos bajo la luz de la luna, en silencio, él mirándola en silencio, hasta que decidió romperlo— Sol...he decidido quedarme más tiempo.
—¿Quedarte? — la voz de Sol apenas pudo escucharse de lo bajo que hablo — ¿Por cuánto tiempo? ¿y tu universidad? — se separó un poco de él para mirarlo fijamente.
—Fue una decisión bastante complicada, pero ya la tomé— se rasco la nuca nerviosamente— Mi padre me ofreció ser el administrador del negocio, es una pequeña tienda de ropa, será un año ¿te molesta que me quede?
—¿Qué? ¡no!, para nada, me encanta la idea, pero me preocupa tu universidad...
—Pedí un intercambio, no te preocupes, lo estuve pensando mucho hace algunos días, Sol...quiero pasar más tiempo contigo, conocerte más, quiero hacerte feliz, tanto como tú me haces a mí.
—¿Esto...lo de quedarte más tiempo, es por mí? — los ojos de Sol se cristalizaron.
—Sí, es muy pronto, lo sé, pero desde que te vi, wow, me dejaste sin palabras y se que eres la persona correcta, no quiero asustarte o presionarte con lo que te estoy diciendo, pero creo que ambos sentimos ese click ¿no es así? Han pasado pocos días, lo sé, créeme que lo sé, pero te quiero y me gustaría que lo intentáramos.
—¿Quieres que lo intentemos? — pregunto aún sorprendida.
—Mira— Dante suspiro— es muy pronto para lo que voy a hacer, pero ya te dije que quiero hacerte feliz, quiero quererte y hacerte sentir la chica más especial del mundo, quisiera empezar una historia contigo...una que no tenga fin, quiero que siempre seas mi rayito de luz, la que me da alegría, quiero ver esa dulce sonrisa siempre— Dante se acercó a la chica y la tomó de la cintura— quiero sentir a cada segundo el calor de tu cuerpo y tus brazos rodeándome, porque encontré un lugar seguro en ellos— deslizó suavemente los nudillos de su mano en la mejilla de la chica, limpiando unas lágrimas que se resbalaban por ahí— Sol...quiero tantas cosas contigo y quisiera saber si tú...si tú también quieres y sientes lo que yo, así que preciosa niña ¿Quisieras hacer a este hombre el más feliz del mundo aceptando ser su novia?
Sol lloraba, lágrimas de felicidad pura bajaban por sus mejillas, su pecho sentía un calor que la hacía sentir muy bien, ¡por Dios! Claro que quería ser novia de Dante, lo quería muchísimo y quería comenzar esta historia con él, una bonita historia de amor.
—Sí, acepto ser tu novia— sonrió y no pasó más de un minuto cuando sintió que sus pies no tocaban la arena y que los labios de Dante se fusionaron con los de ella en un tierno beso.
—Soy, definitivamente, el hombre más feliz del mundo— dijo Dante sonriendo— te quiero mucho preciosa niña y prometo que te haré feliz, muy fel...
Dante fue interrumpido por el beso que Sol le estaba dando, un beso apasionado, un beso que le llenaba el pecho de calor.
—Yo también soy la mujer más feliz y afortunada del mundo— lo besó de nuevo— y en poco tiempo te aprendí a querer como nunca lo he hecho, de verdad lo hago.
—Y de eso no tengo duda— le respondió un sonriente Dante.
Y ahí se quedaron unos minutos más, con la fresca brisa rozándoles la piel, y con la luna siendo testigo de su felicidad.
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MAR, SOL Y AMOR.
Romance¿Quién dice que el amor a primera vista no existe? ¿Y si conoces al amor de tu vida cuando menos lo esperas? Esto le sucedió a estos chicos, protagonistas de esta hermosa historia. Pero recuerda que no todo es lo que parece y que la vida da giros in...