A la entrada de la muralla María se había formado un buen alboroto. Tanto soldados que se encontraban vigilando, como los pueblerinos que paseaban por ahí se habían acercado al lugar. Todos los presentes mantenían la vista clavada en las dos personas que ahora se encontraban ahí. Ninguno podía creer lo que estaba pasando y las cosas eran demasiado confusas. Esa era, seguramente, la mejor sorpresa que habían tenido en meses, y vaya han habido muchas.
Uno de los campesinos se acercó al castaño con una sonrisa. Aunque este último parecía otra persona dada su pinta de vagabundo, no cabía duda de que era el chico que por tanto tiempo habían estado buscado.
—¡El salvador de Eldia ha vuelto! —gritó a los demás presentes.
Enseguida el silencio se convirtió en una horda de gritos de gente festejando el regreso del muchacho, quien no tenía ninguna expresión en el rostro. No esperaba ser bien recibido por todos después de haberles dejado, así que no sabía qué cara poner. Sin embargo, le agradaba saber que tenía al menos un poco de apoyo por parte de la multitud.
—En verdad que son energéticos —le comentó el hombre con gafas a su lado.
—¡A un lado todos! ¡Dejen pasar a la comandante! —gritó un soldado desde lo lejos abriendo paso entre la gente.
Por el medio de la multitud se abrió un camino que pronto fue ocupado por la Legión de Reconocimiento. Al frente iba una sorprendida Hange junto al que alguna vez fue el escuadrón 104. Todos ellos mantenían los ojos abiertos. Para algunos era tal impresión que sus bocas estaban abiertas, preguntándose si lo que veían frente a sus ojos era real. Se negaban a creer lo que estaba pasando, a comparación del pueblo.
Ver al adolescente ahí parado era como ver a un fantasma.
—¡Eren! —gritaron Mikasa y Armin al unísono.
Ambos quisieron correr hacia el contrario, pero el brazo de Levi les impidió el paso. Hizo falta una mirada para que los dos comprendieran que no estaban en posición de recibir al de ojos verdes como si nada. Sabían de sobra que Jaeger no era una persona de fiar. No cuando decidió ocultar sus planes a la Legión y tomar acción por cuenta propia.
—Así que volviste, gracias por las cartas —dijo Zoe con una pequeña sonrisa—. Pero no esperes una cálida bienvenida. Ahora eres un fugitivo, no tengo más opción que encerrarte junto a tu hermano. Si te resistes, usaremos la fuerza.
—Vine para dar informes e idear un plan cuanto antes —contestó el de ojos verdes—. Zeke está de nuestro lado y quiere ayudar.
—No puedo creerte.
—Entonces adelante.
Eren estiró los brazos juntando las muñecas, dando a entender que no iba a poner resistencia. Hange hizo un gesto con la cabeza indicando a cuatro soldados ir para esposar a los dos hombres recién llegados. Como se dijo, ninguno se opuso.
—¡Comandante! Escuché voces detrás de esos arbustos —indicó un recluta señalando el lugar.
—Registren el lugar —pidió.
Dos hombres se acercaron con espada en mano hasta los arbustos que cada vez movían más sus hojas. Al estar cerca, uno de ellos tomó del brazo a ambos niños que estaban peleando entre si. Por un momento pensaron en que se trataban de dos simples habitantes curiosos, hasta que notaron los brazaletes color rojo.
—¿Gabi? ¿Falco? —preguntó el rubio confundido—. Esto no estaba en el plan, ustedes dos se colaron.
—¡No puedo creer que quieras cooperar con esos demonios! —gritó la menor tratando se zafarse del agarre del soldado.
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Estúpido Eren || Ereri
FanfictionMeses separados y el mocoso estaba parando enfrente suyo. Pero no podía recibirlo con los brazos abiertos después de que se fue a Liberio sin decir nada. Conseguir el perdón de su capitán dependerá solamente del estúpido de Eren. 🌿Los personajes...