16

387 36 1
                                    

dixie.

Addison se encontraba tratando de embocar unas pelotas en unas latas, ella ponía cara de concentración cada vez que tiraba una, que la hacía linda, muy linda.

- ¡Esto es imposible! - gritó cuando las pelotas se le acabaron

- No tienes suerte linda - respondió el encargado del juego, era un hombre que se veía de unos treinta años

Ella lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta, como una niña pequeña cuando le quitan sus dulces.

- ¿Sabes porque no las emboque? - me mira y yo asiento para que ella proceda - el señor hace trampa, para que no las emboque

Al parecer a Addison no le gustaba aceptar que perdió, reí y ella me miro con confucion.

- O capaz que a alguien no le gusta aceptar que perdió - alzo las cejas

- Claro que no - se cruza de brazos, se veía muy tierna - te retó a que ganes un juego

- Y el que pierde se sube a esa montaña rusa ¿dale? - señalo la gran montaña rusa que estaba en la feria

- Emm, bueno - acepta y la escucho susurrar algo pero hago que no la escuché - de todos modos voy a ganar

Nos dijimos a un juego que es de lanzar también pelotas pero este tiene que derribar todas las latas, fácil, pienso.

- Primero tu - le digo y sonrió

- Bueno - la señora le da tres pelotas a Addison y ella las lanza

La primera hace derribar solo tres latas. La segunda solo derriba uno. Y la última ninguna.

- Mierda - susurra

- Mí turno - la señora recoge las pelotas que tiro Addison y me las da, ahi noto que son pesadas

Con toda mi fuerza tiro la pelota, pero sola alcanza a tirar una lata. Yo puedo. Tiro otra vez y solo tira tres. Mierda. Tiro otra, pum, escucho el ruido de todas las latas caerse.

Lo primero que hago es ver la cara de Addison, esta tan sorprendida que yo, su boca forma una o, grande. Sin pensarlo dos veces me lanzo hacia ella abrazandola. Casi nos caemos porque ella no esperaba ese abrazo, ni yo.

Pero finalmente ella acepta y también me abraza, puedo sentir su perfume llegar a mis fosas nasales.

- Lo siento - digo separandome de ella

- Elija su premio - la señora habla, haciendo que las dos la miremos

- Cierto, emm

Observo detalladamente todos los peluches colgados, ¿acaso no habia otra cosa?, miro a Addison para pedirle ayuda, pero ella miraba a uno que era un panda, no tan grande.

- Ese - señalo al panda y la señora lo saca

- Tomé - ella me extiende el peluche - espero que la pasen bien

- Gracias - le digo

Addison y yo nos alejamos, y nos dirigimos a unas bancas que estaban vacías.

Observo a mi alrededor, estaba lleno de gente, personas hablando, comiendo, riéndose, y pasándola bien, al igual que Addison y yo.

- Perdí - bufa y mira hacia otro lado - tendre que subirme a la montaña rusa

- Si quieres podemos hacer revancha - la ánimo

- No esta bien, yo perdí - mira el peluche que tengo en mi manos - es lindo ¿no?

- Si, toma - se lo voy pero ella lo aparta - ¿qué?

- Tu te lo ganaste, es tuyo

- Oh, acéptalo con un regalo de parte mía

- Pero yo no tengo nada que regalarte

- No tienes que darme nada Addison - le extiendo de nuevo y esta vez lo acepta

- Gracias, ya se, vamos a comprar algodón de azúcar - no tengo tiempo para responder porque ella ya esta arrastrándome hacia un puesto de comida

- ¿Que van a pedir? - el chico pregunta, muy lindo por cierto, veo que me mira y yo desvió la mirada rápido

- Un algodón de azúcar - responde la rubia

- Claro - se lo da a ella y saca la billetera

- Deja, yo pagó - le digo

- No, déjame a mí - yo bufó y ella sonríe en victoria

Luego de pagar, nos vamos denuevo a la banca donde estábamos. Addison agarra pedazos del algodón de azúcar y lo lleva a su boca, yo me la quedo mirando, hasta que ella me atrapa.

- ¿De qué te ries? - me pregunta

- Nada - digo y recuerdo el reto que hicimos hace rato - te tendrás que subirte a la montaña rusa, eh

- Pensé que...bueno - bufa - al menos espera que termine el algodón de azúcar

Las dos terminamos de comer el algodón de azúcar, y caminamos hacia la gran montaña rusa, levanto la vista para ver a las personas gritar asustados.

- Tengo que admitir, que tengo miedo - dice ella con cara de susto

- Puedo subirme contigo - solté de repente y ella me mira con un brillo en sus ojos

- ¿Encerio? - yo asiento y me regala una sonrisa mostrando sus perfectos dientes

Luego de esperar unos minutos, ya estamos sentadas, esperando que arranque.

- Nunca me subí a unos de estos - confieza la rubia

- Yo me subí con char, pero cuándo eramos más chiquitas

Recuerdo el dia que mi padre me llevo a mi y a Charli a un parque de atracciones, las dos estábamos muy contentas. A veces me gustaría volver el tiempo atrás para revivir esos momentos juntos.

- ¿Puedo agarrarte la mano? -dice haciéndome sacar de mis pensamientos, pero yo asiento

Ella me agarra la mano, y yo la aprieto, tratando de transmitirle que esta bien.

El juego comienza, y las dos estamos gritando como locas.

- ¡Eso estuvo estupendo! - grito una vez que salimos del juego

- Ni lo digas - rueda los ojos

- Fue divertido ver tu cara de susto - río y recibo un golpe de parte de ella - ¡auch!

- Eso no fue divertido

Seguimos recorriendo la feria entre bromas y risas.

Fue una noche divertida.









 she  | dixisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora