Un cuento de Isaac -Segunda parte-

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En Japón Izanamy estaba viendo el cielo nublado con una bolsa con hielo en la cabeza, estaba sentado en los escalones y se escuchó una risa-

Parece que esa pelea si te dolió -dijo Hinata riendo un poco- parecía que te volviste un poco débil

No oh débil, algo me distrajo -dijo Izanamy calmado- no sé qué pasó -Hinata solo sonrió y se sentó junto a él-

¿Qué ocurrió? -dijo Hinata calmada-

Es difícil de explicar pero sentí como si algo en mi mente regresará, como si tuviera visiones del futuro -dijo Izanamy calmado- creo que puedo tener premoniciones

Yo perdí ese poder hace tiempo pero no entiendo porque lo tienes tu -dijo Hinata calmada- ¿ya te contesto tu hijo?

No, Isaac parece que no quiere nada que ver conmigo y estoy preocupado por Hanabi sola ahí con un montón de machos y Po, me preocupa -dijo Izanamy nervioso, Hinata soltó una leve risa y le dio un abrazo pegándose cabeza en el hombro de Izanamy-

Tranquilo los niños estarán bien -dijo Hinata sonriendo- solo me preocupa que Long encienda sus gases de nuevo -Izanamy soltó una leve risa- a ver si le quema la cara a Tigresa

Eres mala, eres sexy -dijo Izanamy sonriendo y Hinata asintió- pero me pregunto ¿qué cosas van a hacer que Isaac se vea orillado a entrenar conmigo?

Tranquilo anata las cosas se darán en su tiempo -dijo Hinata sonriendo, los dos estaban sonriendo, mientras tanto Mono e Isaac estaban caminando en medio del bosque sin decir nada hasta que Mono sonrió viendo más adelante la Gran Muralla-

Bien hemos llegado, contempla la gran muralla -dijo Mono sonriendo e Isaac se acercó para ver la gran muralla, estaba vigilada y llena de soldados en la parte superior, todos estaban viendo al exterior y estaban armados con ballestas o armas, en su mayoría eran rinocerontes pero había lobos, tigres y leones-

Vaya esto si es interesante -dijo Isaac calmado, los dos se fueron acercando- ¿a dónde tengo que ir y con quién?

Bueno primero lo primero hay que registrarte con el mejor entrenador de todos el general Agnus -dijo Mono calmado, Isaac estaba confundido cuando escucho un fuerte impacto y él se giró para ver qué un lobo salió volando y se estrelló contra un muro cayendo en un bulto de paja- y creo que ya lo encontramos -Isaac vio a un rinoceronte más alto, musculoso y usaba solo un pantalón azul oscuro con un cinturón dorado, el rinoceronte solo levanto los brazos y un rinoceronte más gordo avanzó corriendo hacia él, el primero solo lo sujetó de los hombro hasta detenerlo y le dio un golpe en el pecho lanzándolo contra un grupo de soldados-

Ahí está ese es el General Agnus -dijo Mono sonriendo- ven los presento -Isaac solo siguió a Mono hasta llegar con el rinoceronte musculoso que estaba peleando con los demás- general Agnus

Vaya pero si es Mono -dijo Agnus sonriendo- me da gusto ver que disfrutaste tu descanso pero debes regresar a tu puesto, porque aquí solo veo puedo debiluchos -Agnus solo levanto el brazo derecho y le dio un golpe a un lobo detrás de él, el lobo solo quedo con una cara boba y cayó de espaldas al suelo- vaya cada día son más débiles ¿quién es él?

Él es Isaac Shishui -dijo Mono sonriendo e Isaac se inclinó con respeto hacia Agnus- el vino conmigo para formar parte de las fuerzas militares, fue entrenado por la maestra Tigresa en persona

Ya veo y dime muchacho -Agnus se acercó a revisar a Isaac, vio su espalda, sus brazos y su cabeza- ¿Alguna vez has estado en una batalla contra un ejército?

No señor, nunca he peleado con una guerra -dijo Isaac calmado- pero si he peleado con muchos oponentes en todo este tiempo de entrenamiento

Ya veo, te haré un prueba -dijo Agnus calmado e Isaac asintió- quiero que pelees conmigo, quiero que me muestres un poco de tus habilidades

Los guardianes- La nueva generación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora