La Oficina

8 1 0
                                    

  A los pocos minutos de que el profesor haya entrado en la oficina, una mujer de la tercera edad se asomo por la puerta de la dirección y me indico que ingresara a la oficina.

Al entrar, pude notar en una esquina al profesor algo exaltado, sus cabellos estaban despeinado y lucía algo agitado. Parecía que había corrido una maratón. Que sujeto ridículo ¿Cuántos años tiene? ¿Cinco? 

-Hola Satsuki, por favor tome asiento- me indico la directora, mientras ella tomaba asiento del otro lado del escritorio. Me senté; por alguna razón la directora parecía muy amable, a diferencia del profesor ella lucía muy relajada

-Aquí, el profesor Yamada, me esta reclamando sobre su comportamiento- dijo mientras miraba directo a mis ojos -¿Quieres explicar la situación?- enderece la espalda, aún tenía mucho calor en el cuerpo. Estaba nerviosa, ¿Era necesario gritarle eso? Por dios es que soy tonta

-Si directora, si me permite- respire profundo y trate de enfocarme -Llegue tarde a la clase ya que no sabía donde estaba el salón, no medí mi fuerza e irrumpí de forma indebida la clase- me callé no sabía ni como explicar la continuación de mi historia

-¿Y luego de eso?- dijo la directora mientras se mostraba más intimidante. Pude sentir otra vez la sonrisa del profesor. Que sujeto molesto e inmaduro, ya no tenía muchas opciones. Si asumo la culpa él gana, si "nadie" tiene la culpa corremos riesgo los dos... ¿pero si yo soy la victima? Trate de ocultar mi sonrisa

-El profesor me humilló delante de los alumnos- dije mirando a los ojos de la directora. La directora abrió los ojos y volteo a ver al profesor, creo que no se lo esperaba. El profesor se exaltó 

-¡¿QUÉ?! ¡¿YO HICE QUÉ?!- grito mientras se acercaba a mi. Fue una imagen terrorífica y algo cómica -Directora yo se lo juro que no, ELLA entró sin modales y empezó a tratar mal a todo el mundo- dijo fingiendo una cara de miedo y pánico -Yo trate de contenerla pero ella siguió y no tuve más remedio que mandarla con usted- 

No lo podía creer, pequeño bastardo ¿Ya había planeado esto? es un hijo de puta. Me levante de la silla con ira

-¡MENTIROSO!- dije mientras cerraba mis puños -Entre tarde y ya me habías mandado aquí ¡NO FUE MI INTENCIÓN!- la directora estaba paralizada, sostenía del brazo al profesor -Desgraciado- susurre por debajo

-¡BASTA- grito la directora, fue una reacción tan rápida y brusca que nos paralizo a todos en la habitación -Viniendo de usted Señor Yamada no me sorprende- se acomodo las gafas y el traje -Es solo una chica que llegó tarde, y para agregar es su primer día-

-P p pero directora.. ella- prosiguió el profesor

-Basta Yamada- suspiro -Ella nada, ¿Cuántas veces a la semana me traes alumnos con acusaciones falsas? Estarías fuera de aquí si no enseñaras tan bien, y tuviéramos a los mejores egresados en tu materia-

-Pero ella mínimo merece un llamado de atención- siguió gritando; la directora me hizo un gesto indicando que me vaya, yo estaba helada pero no dude ni un segundo en tomar la mochila y largarme; -DEBERÍAMOS DE LLAMAR A SUS PADRES O LLEVARLA A DET- cerré la puerta antes de que terminara su frase

Suspire, desde afuera de la habitación aún se oía gritos. Saque mi mano del mango de la puerta. Me di la vuelta y para mi sorpresa estaba la chica que me había encontrado en el pasillo. No me había tomado el tiempo de analizarla por completo asique le sonreí ingenuamente, no me respondió la sonrisa y ahí es cuando me percaté de que su ropa estaba sucia, tenía unos moretones en sus brazos y algunos raspones en su rostro. Sus pantalones estaban cubiertos de barro que emanaban un olor nauseabundo, sus cabellos estaban revueltos y enredados cubrían la mitad de su rostro. De pies a cabeza estaba lastimada y ensuciada. La secretaria se incorporo rápidamente y la tomo del brazo bruscamente. La llevo hasta la puerta de la dirección. Yo estaba a unos centímetros de esta. La secretaria abrió la puerta 

Si mi vida fuera un pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora