Llegamos a la puerta de casa. Saque las llaves de mi mochila e intente abrir la puerta. No tenía suficiente fuerza. Yuki tomo las llaves de mi mano y abrió la puerta. Me senté en el sillón y Yuki dejo las mochilas a un lado de la puerta. Se sentó a mi lado y miro de cerca mis heridas
-¿Tienes para hacer té?- pregunto mientras se paraba del sillón y se dirigía a la cocina
-Creo que si, en alguna de las lacenas hay una bolsita- Yuki empezó a abrir las lacenas al azar hasta que encontró el té
-Haru, deberías bañarte y cambiar tu ropa- dijo mientras calentaba el agua del té en una hornalla. La mire y le hice una mueca de cansancio, me respondió con una mirada desafiante. Reímos. Me levante y me fui a bañar.
Cerré la puerta detrás de mi. Comencé a desvestirme suavemente, mi remera aún estaba algo sucia. Ni hablar de mi abrigo que parecía una escena del crimen. Me tome un momento para apreciar el suéter que Yuki me había dado. Olía rico y aún conservaba el perfume de ella. Me metí a bañar, dolía, el agua recorría mis heridas y empapaba mi piel. Pasaron unos minutos y me acostumbre al roce del agua sobre mi cuerpo. El calor de la ducha había relajado mis músculos. Salí de la ducha y me envolví en una toalla. Salí del baño y me dirigí hacía mi habitación.
En la cocina estaba Yuki colocando dos tazas de té sobre la mesa
-Hare unas tostadas, vi que tienes pan- me dijo con una amplia sonrisa. Asentí y le devolví la sonrisa.
Entre a mi habitación, me puse un buzo grande y unos shorts de boxeo. Salí de la pieza. Yuki me esperaba sentada en una de las sillas del comedor
-¿Estás mejor?- dijo acercando la taza de té hacia mi
-Mucho mejor- me senté frente a ella y le di un sorbo al té
-Haru ¿Sabes quién te pudo hacer esto?- el tono de Yuki cambió; no, toda su actitud cambió. El ambiente era completamente distinto
-No- dije mientras trataba de que su mirada se encontrará con la mía. Me miro con lágrimas en los ojos
-Yo si y no hice nada- rompió en llanto. No sabía que hacer o decir
-Yuki ¿De qué hablas?- me pare con agresividad
-Vi a Kaiyo y a su grupo de amigas como te agarraban y te metían en esa habitación- lloraba desconsoladamente -¡Perdón!- grito mientras cubría su lindo rostro con sus manos
-Yuki no entiendo- trate de acercarme hacía ella. Se paro bruscamente
- Lo vi todo, Haru- me quede paralizada, no entendía. Sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo y una sensación de pesadez en mis hombros
-¡¿POR QUÉ NO HICISTE NADA?!- grite, no entendía ¿Por qué Yuki no me decía nada? que estúpida soy al pensar que podía llegar a ser mi amiga.
-¡TENÍA MIEDO!- agacho la cabeza -Tengo miedo- se corrigió en un tono más bajo. Mi actitud cambió, no podía enojarme con Yuki, se veía tan... frágil
Yuki seguía llorando, su rostro estaba rojo y húmedo. Me acerque a ella y tome sus manos que cubrían su cara. Me miro a los ojos. La abrace. Mis brazos rodeaban su cintura, su cuerpo era cálido. Mis manos descansaban en su espalda baja. Yuki no movió ni un pelo, pero a los pocos segundos me devolvió el gesto. Me rodeo por los hombros y apoyo su cabeza sobre la mía. Yuki paro de llorar y me aleje suavemente de ella
-¿Me quieres explicar qué paso?- dije con más calma
-Si- respondió Yuki mientras se sacaba las lágrimas con la manga de su remera
Nos volvimos sentar en el comedor, pero esta vez yo estaba a su lado.
-¿Recuerdas la vez me que me encontraste en la oficina de la directora?- se puso a jugar con sus manos. Asentí
-Fue Kaiyo- sus ojos se cristalizaron -Kaiyo no solo me pega a mi, sino a muchas personas más- su voz se rompió -Solo que yo soy su favorita- soltó una pequeña risa.
Tome sus manos y la mire a los ojos.
-Kaiyo y sus amigas, pertenecen al equipo de beisbol- tomo una respiración -Es la hija de alguien muy importante de la ciudad, por eso no tiene problemas-
Hice una mueca de asco. Yuki soltó una risa pequeña
-Pero esta bien- se seco las lágrimas y me sonrió -Perdón, la próxima te ayud-
-No habrá próxima, Yuki- la interrumpí. Cerré mis puños y fruncí el ceño
-Pero esta bien en serio, más golpes no me harán daño- dijo mientras tomaba mis manos y acariciaba mi mejilla con una cálida sonrisa en su rostro
"Más golpes no me harán daño" ¿Qué quería decir? ¡Claro! en su casa también la golpean, eso explica los moretones escondidos y los gritos que venían de su casa esta mañana. Yuki había empezado a cambiar de tema y a evadir lo incomodo que se había tornado el ambiente, pero al mirar sus ojos pude notar como contenía sus lágrimas y se reía se sus propios chistes ocultando sus ganas de llorar y huir de todo.
Se hicieron las doce y Yuki se despidió de mi con un beso en la mejilla.
-Adiós, espero verte mañana- dijo con una sonrisa y sostenía mi mano
-Adiós, te pasare a buscar temprano- ambas sonreímos. Volví a sentir como se alejaba de mi y el impulso de no dejarla ir recorrió mi cuerpo entero. No quiero que Yuki sufra más.
꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦ NOTAS DE LA AUTORA꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦
- Holaa, espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy *・゚ •。˚ ೃ࿔₊•。˚ ೃ
- Trate de desarrollar a los personajes un poco más y mostrarles un lado más "real" de ellos
- Como saben no soy profesional, pero disfruto escribiendo. Estoy abierta a criticas y a sugerencias ૮ '• ˕ •' ა
- Tomen agua y coman bien <3
꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦꒦꒷꒦꒦꒷꒦꒷꒷꒦
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Si mi vida fuera un pintura
Novela JuvenilLa vida de Haru Satsuki jamás fue fácil. Haru inicia su nueva vida en otra ciudad y en otro colegio. Las cosas salen como ella creía, para nada bien. ¿Podría alguien mejorar su vida? ¿Podría alguien mejorar sus pinturas?