Repite, tú nombre es... »YiZhan.

5. Wang Bao.

Las ideas, era lo que lo hacía único. La manera tan extraña que pensaba y buscaba solución a todos los problemas pero esta vez siendo el más grande, y la escapatoria de su vida encerrada en cuatro paredes.

-Repite, tú nombre es Wang Bao. Y tú papi es Xiao Zhan. Vivía en Guozijian en la calle 45. -Dijo fuerte y claro. Dando casi orden de soldado.

-Soy Wang Bao y mi papi Omega es Xiao Zhan. El vivía en Guozijian en la calle 45. -Dijo llevando sus manitas a su cabello largo negro y soltandolo para tomar el negro y largo de Zhan.

-Bien hecho cariño. -Le sonrió levemente manteniendo la alegría pero aún el miedo en su pecho aparecía. -Ahora, solo quiero que te recuestes y te pongas tieso. Luego vas a girar y saltaras de la camioneta. Cuando eso pase sin importar nada vas a correr, y no quiero que te detengas.

Las lágrimas en sus mejillas eran prueba de lo difícil que sería todo eso. Y su mandíbula apretada del coraje que tenía en ese instante

-Papi, no quiero.

-No es porque quieras. Tienes que hacerlo. Te espera un mundo muy bonito allá afuera. -Dijo.

Los ojos negros del menor ganaron un pequeño brillo. Y sus mejillas se convirtieron en un color rosa. Pronto se recosto y llevó sus manos a su boca como su padre le indicó .

-Ahora será más fácil. Porque no harás nada, fingiras estar muerto. ¿Sí? -Y con ello comenzo a envolver al pequeño en la alfombra hasta doblarlo todo. -Bien, ¿me escuchas bebé?

-S-sí

-Ahora, se va a mover así y significará que te esta cargando. -Comenzo tomando la alfombra y levantando para volver a dejarla en el suelo. -Cuando sientas que se mueve mucho estarás en la camioneta.

Después se arrodilló un poco lejos y respiro profundo de nuevo esperando a que sus emociones no le ganaran.

-Ahora bebé, vas a esperar y después en un tope vas a girar. ¡Gira! -Animó, y el pequeño comenzo a girar una y otra vez desenvolviendose por completo. -¡Bien hecho! Después vas a saltar y correras lejos. Si ves a alguien le gritas ayuda y le das el papel. -Susurró cuando tuvo a su hijo en sus brazos mirandolo mientras aún apreciaba los cabellos largos de su hijo.

-¿Quien es alguien?

-A cualquier persona. Vas a correr y correr sin importar nada. ¿Si bebé? -Asintió de nuevo.

-Papi, ¿como dijiste que olía papá?

-Café y chocolate. Es fuerte cuando estas junto a él. Y sus ojos son negros, profundos y lindos. Su cabello no se como será. Paso hace mucho. -Tomo el collar que Bao tenía en su cuello y sonrió. -Si quieres saber si es tu papá, tienes que abrir esto. -Pero el menor lo atrapó en sus manos y lo apretó.

-No... hasta que el me encuentre primero. -Y por primera vez en todo ese tiempo se dio cuenta de lo fuerte y grande que había crecido su hijo. El niño que él y su alfa habían esperado su llegada.

Aunque como siempre no duro mucho que se escuchara a alguien viniendo donde ellos, lo hizo apurar a su pequeño para que se recostara y así pudiera girarlo en el tapete.

-Es hora cariño. -Susurro y la puerta se abrió.

-¿Que haces? -La voz fuerte lo hizo temblar y dejar sus emociones a flote dejando que sus lágrimas bajaran por sus mejillas y su corazón doliera.

-En la noche empeoró. Trate de hacer que bajara su temperatura al menos pero no sirvió. No se despertó. -Sus manos temblando solo hicieron que sus palabras sonarán reales.

-Pobre de ti... -Y se quedó quieto. -Sabes que no se puede quedar aquí...

-Mataste a mi bebé. -Sollozo.

Los pequeños sollozos de Zhan solo fueron efectivos y por primera vez Bao también creyó estar muerto y dolido porque su padre así lloraría si pasará.

-Levántate y ve hacía la pared. -le ordenó.

-Llevalo a un lugar donde haya árboles. Y mucho pasto. -Susurro.

-Si... -Se acercó pero Zhan lo golpeo.

-Prometeme que no lo miraras. -Dijo enojado esta vez y el alfa solo lo juro sabiendo que sería malo si lo viera.

-Lo juro, no lo mirare. Solo lo dejaré en un lugar lindo. Ahora hazte a un lado. -Lo apartó empujandolo al suelo y lo obligó a mirar la pared contraria.

Cargo el tapete mientras Bao tapó su boca para no hacer ruido y Yung abrió la puerta sacándolo y dejándolo en el piso para cerrar.

El aroma, las hojas secas de los árboles fue lo primero que Bao aprecio totalmente asombrado por esas cosas nuevas hasta que fue levantado de nuevo y puesto en la camioneta.

Cerro sus ojos con un poco de fuerza mientras empezó a respirar mejor y a escuchar claramente como una puerta era cerrada.

Tembló esta vez al sentir un ajetreo y darse cuenta de que estaba avanzando el auto.

Pasando por un par de calles cruzó las vías y siguió hasta detenerse en un semáforo, justo cuando Bao se calmo y comenzo a girar.

"Gira, gira, ¡gira!." La voz de Zhan en su cabeza recordandole todo. "Giras, saltas, corres. ¿Si bebé?."

Su corazón latiendo fuertemente y sus nervios ganandose la libertad de su cuerpo.

Salió de la alfombra y respiro hondo viendo el gran cielo azul, las nubes tan lindas y apreciando el aroma que nunca había olfateado.

Se sentó y miro a los lados justo cuando el auto volvió a detenerse en otro semáforo, una oportunidad correcta donde con miedo comenzo a bajar su pierna por el otro lado y cayó al suelo haciendo ruido.

-Carajo... -La voz fuerte de enojo del alfa lo hizo asustarse pues sabía que había bajado de la camioneta, y aún así decidió levantarse para empezar a correr.

Pero el alfa lo seguía, y por mirar atrás logró chocar con una persona cayéndose al suelo y golpeando su rodilla con el piso.

-¡Lo siento! ¿Es su hijo? -Pero Bao chillo siendo tomado por el gran alfa quien solo lo agarro con fuerza. -¿Esta bien?

-Sí, lo siento.

-Ayuda, ¡ayuda! -Exclamó recordando lo que su padre le había dicho. Y teniendo miedo. -Ayudeme. Ayuda...

-Señor. Llamaré a la policía.

Intentando extender el papel que se encontraba en su mano, Yung lo tomo quitándoselo y arrojándo al suelo al niño para irse subiéndose en su auto.

-¡Hey!... ¿estas bien?

Pero, la mirada perdida y asustada del menor demostró que no lo estaba.

¡Nuevo capítulo! c:
Esta a nada de acabar la fic y cuando lo haga, estaré actualizando Dancing with the devil 🥺