Se me caería la cara de vergüenza al reconocer la decepción reflejada en los ojos de las personas que realmente me aman y se preocupan por mí al ver como vuelvo, una vez más, a un lugar donde me sentí sola y mal querida.
¿Y a ti?
Se me caería la cara de vergüenza al reconocer la decepción reflejada en los ojos de las personas que realmente me aman y se preocupan por mí al ver como vuelvo, una vez más, a un lugar donde me sentí sola y mal querida.