𝘗𝘢𝘱𝘢𝘳𝘢𝘻𝘻𝘪 | 𝘈𝘳𝘮𝘪𝘯 𝘈𝘳𝘭𝘦𝘳𝘵

Vinilos

Después de un par de días hablando por fin estaba parado frente tu casa, me pasaste la dirección, aunque por supuesto yo ya sabía donde era.

Una gran casa, es realmente linda.

Me atendió tu madre, es una mujer muy agradable. Al igual que tu.

Me pareció raro ver unas cuantas cajas en el living de la cocina. Sin embargo, lo dejé pasar.

Tu madre me dijo que recién terminabas de bañarte y que espere a fuera de tu habitación. Me mostró amablemente por donde era.

¿Puedo ser sincero contigo?

La puerta estaba un poco entreabierta, y no puede evitar espiar un poco, saqué mi celular y capture esa gran imagen.

Lo siento, son cosas que pasan, no hay nada de malo en ello, ¿verdad?

Supongo que no.

En fin, como habías prometido, me mostraste los vinilos, ya que a los dos nos gustaban las cosas viejas.

En realidad a mi no me interesan tanto, pero como a ti si, por obligación me tienen que gustar.

Hoy fuiste incluso más amable que la primera vez.

"Me agradas, Armin"

Si supieras cuanto me agradas tú a mi.