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—Gracias por traerme, dile a Renjun que los invitaré a comer de nuevo pronto.

—¿Pronto cuando termines tu nueva exposición?

—Tú me conoces.

Ambos chicos rieron, mientras Jaemin bajaba del automóvil de su amigo.

—Ah, ya hablé con un compañero que puede ayudarte cuando yo no, así que estamos ambos listos para cuando nos des luz verde—dijo Jeno con una sonrisa.

—Jeno, sabes que te adoro demasiado, ¿verdad?

—Siempre que te conviene, es un hecho.

Volvieron a reír, se despidieron con la mano y Jaemin se dispuso a entrar a ver qué clase de desastre habría en su departamento, de repente recordó algo.

—¡Ah, Jeno!

El chico estaba a punto de arrancar, pero volteó ante la llamada de su amigo.

—¿A qué gimnasio vas?

Jeno no pudo evitar reír.

—Estás muy raro últimamente. Entreno en casa, ¿no recuerdas? Tengo todo mi equipo allá.

—Ah, es cierto, lo había olvidado.

—Si quieres comenzar a ponerte en forma, eres más que bienvenido, no lo olvides.

Y con esto Jeno sí arrancó y comenzó a alejarse del lugar.

Jaemin se puso a pensar si acaso Donghyuck querría ir a casa de Jeno a entrenar... era una opción, claro que sí. Entonces subió hasta su piso y abrió la puerta, a él Haechan jamás lo recibía así que no tenía que tener cuidado en aplastar a la bola de pelos cuando llegaba. Fue directamente a la cocina para ver el desastre que imaginaba, pero todo estaba limpio, lo único que llamaba la atención era que los restos de un plato estaban en el basurero, pero era uno de esos horribles platos de colores que su madre le había regalado, así que realmente no se molestó por la pérdida; ya más tranquilo decidió ir a descansar, pero en ese momento casi choca con Donghyuck, que salía del baño del pasillo.

—¿Estás bien? Te ves pálido—además de eso una ligera capa de sudor cubría al chico.

—Sí, algo de lo que comí estaba en mal estado, me descompuso por completo—se apresuró a responder Donghyuck.

—Tienes varios problemas del estómago, ¿no?

—Algunas veces más que otras—el chico se veía claramente avergonzado ante las repentinas preguntas, así que Jaemin decidió dejarlo en paz.

—Ocurre. Yo estaré en mi habitación, así que a cualquier cosa puedes decirme.

Y se fue con una sonrisa nerviosa.

Lo último que escuchó fue un "Gracias" muy bajito y algunos maullidos.

Se dirigió hacia su computadora, donde tenía algunas fotos que todavía quería editar, y mientras estaba en su trabajo recibió la notificación de que le había llegado un mensaje: era de uno de los hospitales públicos que había consultado, donde le decían que podía ir en un par de días para hablar con una serie de pacientes y el doctor a cargo.

Un subidón de adrenalina se apoderó de Jaemin, que no esperaba una respuesta afirmativa tan pronto, pero no podía perder el tiempo.

Viernes, a las 15:30, en la puerta del hospital. Dr. Park.

.-.-.-.

A la hora citada Jaemin estaba ya ahí, y un hombre muy alto se acercó a él con una sonrisa cordial.

i (h)ate myself . nahyuck / hyuckminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora